Domingo 11 de junio de 2017
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Editorial y opiniones
Ningún dÃa deberÃa ser un dÃa desperdiciado
11 jun 2017
Maximiliano Corradi
Tu dÃa, cada dÃa te da muchas indicaciones. En cada situación el dÃa nos quiere explicar qué deberÃamos cuestionar y superar. Ã?l tiene buenas intenciones para nosotros. Nos advierte oportunamente. Absolutamente todo es energÃa, lo que parte de nosotros es energÃa, que se graba según los contenidos positivos y negativos de nuestra forma de pensar, hablar y obrar, y que en algún momento regresará a nosotros en forma de porciones. Por tanto, lo que hemos grabado en los muchos, muchÃsimos dÃas de nuestra existencia terrenal, lo negativo y lo positivo, forma parte de nuestro devenir como personas, o de nuestro camino como almas después de nuestra muerte fÃsica.
El dÃa, nuestro dÃa, es un buen amigo. El EspÃritu de Dios, nuestro Padre siempre procura hacernos reconocer a tiempo a través de nuestro dÃa, lo malo que hay en nosotros, para que lo superemos antes de que irrumpa en nuestro cuerpo fÃsico como una enfermedad o un golpe del destino, o a más tardar en el alma tras la muerte. Se trata justamente de lo que los seres humanos solemos calificar como una vida marcada por el destino.
Cada dÃa se nos anima a reconocernos en las situaciones negativas y aprender de ellas, con el fin de conducir nuestro devenir a los cauces de una vida más espiritual, menos orientada a lo mundano, de modo que nuestra alma tenga ante sà una «ascensión a los cielos» tan pronto como abandone su envoltura, el cuerpo humano.
Del programa: "La vida que yo mismo escogÃ", que se emite por Sophia TV América
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