La mejor profesión

Entre risas y charlas alrededor de una mesa

se encontraban cuatro hombres de distinta profesión,

tres de ellos bien trajeados con camisas de algodón

con cigarros en la boca demostrando distinción.

Hacían gala de sus labores sin poder resistir

la tentación ante los otros de poder presumir,

el otro en una esquina con un libro bajo el brazo

con el polvo de una tiza impregnada en una mano.

Lo mejor es ser médico!! Grito el galeno con algarabía

ya que alivio los dolores de cualquier enfermedad,

además que con mis manos traje niños a la vida

que ahora son ciudadanos de bien para la nación.

Mas no les miento si les digo que alguna ocasión,

no pude salvar al vivo y presencié su defunción.

Callaos oh Don Matasanos!! Que es mejor ser abogado

pues mi profesión me ha enseñado la justicia y la razón.

Conozco leyes y decretos y mis armas ellas son,

domino todos los secretos para librar al impostor.

sino de cimientos resistentes de trabajo y de sudor.

Es por eso amigos míos alcen sus copas en mi honor

brinden por un arquitecto que es la mejor profesión.

Ahora defiéndete tu rey de la tiza e pizarrón,

le dijo el galeno al amigo que se encontraba en el rincón.

Aclarando la garganta se levantó el profesor

y mirando a sus mejores amigos les dijo sin temor.

Yo no sano eso es cierto, ni construyo en armazón,

tampoco se de muchas leyes que se crean por una razón,

mi labor amigos míos es de un simple constructor

que construye en sus niños el deseo de aprender.

Yo no puedo eso es cierto cometer algún desliz

porque en mis manos está el futuro del país,

que sin leyes ni decretos las cuales rijan en mi salón

mis alumnos me comprenden con solo amor y atención.

Eso es cierto y no les miento, con mis niños en familia estoy

soy su padre para ellos y para mi mis hijos son.

Cuantas veces en clases los tuve enfermos del corazón

porque sus padres no entendían que solo querían amor.

En esos momentos me hice médico mas no lo hice de profesión,

solo calmé su triste llanto hablando con ellos y dándoles amor.

No piensen amigos míos que les quite su profesión

mi labor como la de ustedes es formar una gran nación.

Y con esto quiero terminar esta pequeña intervención,

les pregunto mis amigos. ¿Quién les guió en su formación?

Callados todos asombrados al fin pudieron reflexionar,

que el profesor era sincero y lo primero, lo primero es

EDUCAR.