Los peces más venenosos y letales del planeta

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

No solo los tiburones son considerados como animales marinos peligrosos, pues también las profundidades de ríos, lagos y océanos contienen especies verdaderamente agresivas y sobre todo letales, por sustancias venenosas que desprenden como una acción de ataque o de defensa contra sus depredadores.

Para esta edición de nuestros acostumbrados abordajes al fascinante reino animal, conoceremos a los peces más peligrosos y letales del planeta.

PUESTO 1 (PEZ GLOBO)

El espacio 1 de nuestra venenosa lista corresponde al conocido pez globo (Arothron hispidus), que desarrolló la capacidad de inflarse motivo por el que nada muy lento y lógicamente lo hace vulnerable a los ataques de los depredadores. Tienen espinas por todo el cuerpo para no ser comidas, poseen una sustancia llamada tetrodotoxina, letal no solo para los peces sino también para los seres humanos. De hecho para el hombre esta toxina es mortal y es 1200 veces más venenosa que el cianuro. El pez globo tiene suficiente tetrodotoxina para poder matar 30 personas y no hay antídoto.

El sitio 2 de nuestro ranking, es propiedad del pez piedra (Synanceia verrucosa), pues puede matar en pocas horas, no solo a animales, también a humanos. Se encuentra sobre todo en las zonas costeras del Indo-Pacífico. Es una especie que se puede encontrar también en algunos ríos. Los peces de piedra sobre todo en Australia se camuflan muy bien, pareciendo un coral incrustado o un grupo de rocas.

PUESTO 3 (PEZ LEÃ?N)

El pez león, nombre especifico (Pterois volitans), es uno de los peces más temible para los submarinistas y ocupa el espacio 3 de nuestro conteo. El pez león tiene una glándula de veneno unida a la base de cada espina de sus aletas dorsales, pélvicas y anales conteniendo así una sustancia muy toxica. Al contacto con un ser humano puede provocar inflamación, enrojecimiento, hemorragia, dolores musculares, cefalea, nauseas, parálisis de las extremidades, problemas cardiovasculares y de respiración. El veneno viene producido por una toxina neuromuscular y un neurotransmisor llamado acetilcolina.