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Domingo 04 de junio de 2017

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Cultural El Duende

El amor y la muerte: Gaby Vallejo

04 jun 2017

El 25 de Mayo se presentó en Cochabamba el documental "El amor y la muerte: Gaby Vallejo" dentro el ciclo "Testimonios de la literatura boliviana" que lleva adelante el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño. A continuación palabras de circunstancia de su Directora, Elizabeth Torres, además de los discursos de René Rivera, Presidente de la Cámara del Libro Cochabamba y de la escritora Gaby Vallejo Canedo

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GABY VALLEJO: BRÍO Y CONVICCI?N CREATIVA

Otoño? mayo? jueves? vocablos que pueden decirnos mucho o simplemente nada; pero en esta ocasión quise entretejerlos en mis fantasías para lograr describir un día único como hoy, de los que podrán ser muchos en el tiempo, para evocar a una etapa del año pero también de la vida, donde la fertilidad se muestra madura con colores de ocaso, dorando los verdes para embriagar los sentidos, sintiendo a Maya como madre de Hércules que se detiene junto a Júpiter considerado dios del cielo para regular los ciclos de cultivo, y ver cómo esas tres conjuras hacen crecer chacras jubilosas que evocan el misterio de la vida, para más allá de sus entrañas recuperar lo vivido.

Recuperar memoria y con ella hacer justicia, pero esa justicia profunda, intima, aquella que reconforta el alma, como ese amor profundo que reconocemos en nosotros cuando en nuestros recuerdos aparece la imagen de un ser querido e indiscutiblemente admirado, y que al pensarlo sin querer transforma nuestro rostro para con plenitud de inconciencia vislumbrar una sonrisa cómplice; pues, ese, quisiera sea nuestro objetivo, el que nos muestre un camino seguro para lograr en los colectivos, una memoria larga de gratitud y reconocimiento para con las letras que son prosa, poesía, narración y, claro está, contenidos, que hacen justicia a la literatura de nuestra tierra.

Es así como queremos consolidar un trabajo de larga data, iniciado ya en 2006 que a la fecha tiene el privilegio de reunir 14 videos que, seguros estamos, en un futuro seguirán sumando en número cual línea del tiempo, para en su conjunto mostrarse como la serie: "Testimonios de la Literatura Boliviana" de la que hoy nos sentimos orgullosos al presentar el Tomo Primero, con siete documentales de los cuales el que estrenamos se llama "El Amor y la Muerte" mismo que con pasión nos permite recorrer pedacitos de la vida y de la prolífica producción de Gaby Vallejo.

Es pues así que ella misma, imbuida de un carácter férreo y una capacidad desmesurada de sensibilidad por la vocación estética, el brío y la convicción de desarrollar procesos formativos, nos muestra a una Gaby escritora, maestra generacional, gestora de las letras, vitalizadora de espacios alternativos junto a una vida de gran tenacidad, que en sus relatos nos hace atribuirla a la fuerza de su maternidad.

Así como hoy se suma a esa línea del tiempo Vallejo, es nuestro objetivo que al pasar los años se sumen muchos más, para que las juventudes presentes y venideras cuenten con materiales ricos en memoria y con ello se afiance nuestra historia dando un verdadero testimonio de la Literatura Boliviana.

Elizabeth Torres

TRES CAMINOS CONVERGENTES,

UN DESTINO COM?N

(fragmento)

Ayer en la mañana asomé por mi ventana y pude ver el Tunari totalmente nevado. Esa visión me recordó lo que escuché en mis clases de Filosofía con el padre jesuita Francisco Dardichón, que el pensamiento es similar a una cordillera, tiene picos altos que se pueden ver desde la lejanía, y entre pico y pico, asoman mesetas que sirven para unirlos. Esos picos tienen la función de un faro a la orilla del mar, no solo admiramos su grandeza, sino que queremos ser como ellos, llegar a ellos, y crecer como ellos. Son íconos que sirven no solo para orientar en la oscuridad del presente, sino, sobre todo, para iluminar el camino que otras generaciones transitarán. Esas cumbres que solemos ver y admirar en el presente permanecerán más allá de nuestro tiempo. Y uno de esos picos en la cultura, la literatura, la promoción lectora y las bibliotecas en el país, se llama Gaby Vallejo Canedo.

Antes de empezar a hablar del tema para el cual fui invitado, a nombre de la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba, que actualmente presido, quisiera encomiar el trabajo que lleva a cabo el Centro Simón I. Patiño de manera silenciosa, disciplinada, profesional y comprometida con el mundo cultural en general y literario en particular. Este es el séptimo documental que realiza y, estoy seguro que vendrán más trabajos para mostrar que Bolivia es un país literario por excelencia mostrando a sus escritores a través de documentales, no solo como un testimonio de vida, sino sobre todo para dejar a las generaciones futuras el valor cultural y humano que tenemos como patrimonio.

Hace 25 años, en 1992, decidí estudiar una segunda carrera. Ese año estaba a la mitad de Filosofía y Letras, allí leí en un libro de Umberto Eco que si quería llevar a cabo un trabajo intelectual serio y profundo, debía aprender otras lenguas modernas y no quedarme solo con el griego y latín. De esa manera me inscribí a la Carrera de Lingüística e Idiomas, y en el primer semestre conocí a Gaby Vallejo. A través de ella abordé el libro "Más allá del horizonte" de Joaquín Aguirre Lavayén. Me impactó la docente por dos aspectos: primero, por su dominio del tema; segundo, por la pasión con la que enseñaba literatura. Esto me sedujo porque era una escritora que ejercía la docencia y no solo una profesional que enseñaba literatura de manera convencional. Ese fue el principio de una amistad que perdura hasta hoy y de la cual me siento orgulloso.

Gaby Vallejo es una mujer ícono en las letras bolivianas porque su trayectoria y compromiso social y cultural hacen de ella un paladín en el campo de la educación, las artes, la literatura y la cultura en general. Veo la obra de Gaby Vallejo como un triángulo cuyos vértices aunque independientes, se complementan en un objetivo común: el libro.

Primer vértice: la maestra

Maestra en el sentido pleno de la palabra, no solo quien enseña un concepto o define una corriente, sino aquella maestra que enseña su compromiso de vida con el ejemplo. Además del magisterio, Gaby Vallejo estudió Ciencias de la Educación en la UMSS, y tiene un posgrado en el instituto Caro y Cuervo de Colombia, conocimientos que le permitieron forjar un contenido didáctico en su obra.

Su rol no se ha circunscrito al aula para impartir una cátedra solamente, sino que su labor de escritora la ha convertido en referente para escritores jóvenes, quienes con su apoyo y guía se sintieron impulsados en sus creaciones literarias.

Segundo vértice: la narradora

y ensayista

Con la publicación de Los vulnerables (1973), finalista en el concurso de novela Erich Guttentag de la editorial Los Amigos del Libro, Gaby Vallejo se dio a conocer en el mundo literario nacional. Su consagración vino después con la novela Hijo de opa, (1977), ganadora de aquel concurso que, posteriormente, fue llevada al cine con el título de Los hermanos Cartagena. Luego aparecen obras como La sierpe empieza en cola (1991), Con los ojos cerrados (1993), Encuentra tu ángel y tu demonio (1988).

Pero no solo escribe para el público adulto, sino que asume un desafío mayor: escribir para niños y jóvenes.

Libros como Juvenal Nina, Detrás de los sueños, Amor de colibrí, Mi primo es mi papá, Wara y el sudor del sol, son clásicos para muchas generaciones de niños. Y Tatuaje mayor despierta un fervor especial en el público juvenil.

Siempre me pregunté qué se necesita para incentivar la lectura en los niños y jóvenes. Hoy, la respuesta me parece simple y concreta: buenos libros. ¿Y qué significa buenos libros? Primero que produzcan el "efecto Sherezade" (el personaje de las Mil y una noches): que no quieras dejar de oír la historia hasta el final. Segundo, que la historia sea tan cautivadora en el modo de contarla que quieras seguir escuchando más. Tercero, que las historias tengan un contexto local para acercar a los niños a nuestra cultura y a nuestras raíces. Cuarto, que la historia nos convenza y tenga ese dulce, seductor y creíble canto de sirena. Por esa calidad, un libro producirá además el efecto que yo llamo "efecto dominó". De esa manera, un libro nos llevará a otro y este a otro y así hasta el infinito. Así formaremos niños lectores hoy, jóvenes con propósitos nobles en el futuro y adultos críticos y sensibles en la sociedad.

Este efecto encontré en los libros de Gaby Vallejo, historias que muestran nuestra diversidad cultural y las raíces primigenias que nos enorgullecen. Libros, en fin, divertidos para leer y fáciles de comprender.

Tercer vértice: la promotora cultural

Vivimos en un país que lee poco, que publica poco y que presta poco incentivo a la lectura. Somos el único país que no tiene un plan Nacional de Lectura; que no participa del CERLAC; que fue el último en aprobar una ley del libro que no se aplica; que tiene el presupuesto más bajo para bibliotecas de América Latina y; por si fuera poco, no participa de la evaluación PISA. Lo que sorprende es que a pesar del escaso incentivo a la lectura por parte de instituciones estatales y privadas, todavía existen niños y jóvenes que leen porque personas como Gaby Vallejo incentivan a la lectura a través de jornadas, talleres y bibliotecas. Su mayor acierto es T´uruchapitas, la única biblioteca infantil del país.

Gaby Vallejo, entre el amor

y la muerte

El documental es una película cinematográfica o programa televisivo que trata temas de interés científico, social, cultural, etc., mediante hechos, situaciones y personajes tomados de la realidad y cuya finalidad es informativa y pedagógica. El documental que se presenta hoy tiene un interés literario por excelencia.

Hay un aspecto que me gustaría resaltar. Siempre se ve a Gaby con gesto adusto de escritora seria y responsable, y quizá se olvida el aspecto humano que resalta muy bien este documental. Hay una Gaby Vallejo que es madre y abuela, que refleja ternura y mucha dedicación a sus hijos y nietos, una Gaby Vallejo mujer, sensible y comprometida, con tres hijos, uno de los que partió temprano, pero Grisell y Huáscar son destacados profesionales en su campo y también músicos de talla internacional, que heredaron ese talento de la madre y supieron llevar en alto el nombre de nuestro país.

Aprovecho para felicitar a la productora por el excelente trabajo y espero que cada nuevo proyecto resalte el inmenso tesoro que tenemos los bolivianos: nuestro patrimonio cultural y literario.

A modo de conclusión

¿Que quedará de Gaby Vallejo para la posteridad? ¿Cuál el legado que nos deja? Gaby Vallejo ha ganado importantes premios y se le otorgaron varios reconocimientos tanto nacionales como internacionales. No obstante, deberíamos hacer votos para tres reconocimientos más: primero, un Doctorado Honoris Causa de la UMSS. Luego el Cóndor de los Andes, máxima distinción de nuestro país y, postular a Gaby Vallejo al Premio Cervantes.

Esta mañana he visto el Tunari otra vez y pensé que los picos son necesarios para recordamos la grandeza de la naturaleza y la grandiosidad del Creador, y también he recordado que los homenajes a las grandes personas se las debe hacer en vida. Por ello me siento honrado con la amistad de Gaby Vallejo Canedo, el pico más alto de las letras bolivianas.

René Rivera Miranda

LEER Y ESCRIBIR DOS MODOS

DE CRECER SIEMPRE

Una obra literaria publicada, la suma de las obras escritas por un autor, no son producciones de él, o ella solamente, sino la suma de lo mucho que leímos, de lo diario que vimos en las calles, de lo que nos dan los que nos acompañan en la faena de vivir, de lo que nos llega desde los genes de nuestros antepasados, de lo que se acuesta con nuestros propios sueños y fracasos. Tal vez los escritores somos sólo catalizadores de lo que nos rodea y se posesiona de nosotros y nos habita. Y nos habita de tal modo que nos hurga el alma y obliga a escribir. Debo por eso agradecer a todos los que ocuparon sin darse cuenta esos espacios nombrados. Sin ellos no hubiera podido escribir.

Pero también están los lectores, los editores, los maestros, los niños, los amigos. Los que me quisieron poco, los que me quisieron mucho, los que no me quisieron nunca. Es nobleza agradecerles. Todos ellos me ayudaron a crecer.

Cómo no agradecer a las personas del Centro Pedológico y Cultural Simón I Patiño" que han decidido convertirse en una caja de resonancia de mis palabras a través de este documental. A la Directora, Arquitecta Elizabeth Torres, sencilla e inteligente persona, que ha puesto su sello en el funcionamiento del Centro, a la Responsable del Centro de Literatura Boliviana, a Jackeline Mejía, por su compromiso con la literatura nacional, por la organización de constantes encuentros de escritores y por este DVD, ya que este Documental es uno más de la serie de documentales realizados desde su despacho. A las otras personas del Centro Patiño que han ayudado y participado en este proyecto, a Luis Brun y a Gilda Benavides, por haber puesto su emoción y nivel profesional - artístico en la realización del video. A todas las personas que aparecen en la proyección, empezando de mis hijos, que aceptaron el desafío de registrar sus opiniones. A René Rivera Miranda, que por años ha registrado mi vida a través de su programa de televisión "Fe de erratas y que ahora, en nombre de la Cámara del Libro de Cochabamba, presenta este DVD. A las personas que han llegado de otras ciudades, Luis Urquieta, Director de "El Duende" de Oruro", Lupe Cajías, periodista y escritora de la ciudad de La Paz, Marcia Ramos, escritora que viene de Oruro, a la persona que publicó hace años un primer artículo sobre "Los Vulnerables", Mario Araujo Zubieta, a Willy Muñoz que ha compilado un libro sobre mi producción literaria "La narrativa contestarla y social de Gaby Vallejo". Cómo no agradecer a ustedes que han decidido apostar por mí, viniendo a esta ceremonia para acompañarme, para testificar que un día el Centro Patiño me hizo un regalo enorme. Y a Dios, sin el cual nada de esto hubiera sucedido.

Posiblemente nací con la condición humana de vivir en el inquietante mundo de las palabras de otros y de las mías y de buscar canales para decir ese inquietante mundo.

Cuando ingreso a mi biblioteca con libros nuevos que los compro o me regalan los amigos, me persigue cada vez más la idea de que ya no podré leerlos todos. "La vida es breve, el arte es largo, imperecedero", un pensamiento que tengo repujado en cuero y pegado detrás de la puerta de mi biblioteca, que creo viene de algún escritor griego, me habla cuando me siento en alguno de los sillones, me ratifica ese sentimiento: la brevedad de la vida. No poder leer todo los libros y no poder escribir todos los libros que quisiéramos.

Ahora, que estamos cruzados por el mundo digital y virtual que nos traga a niños, jóvenes y adultos, para defenderme de las amenazas de la desaparición del libro, digo frecuentemente a mis hijos y a los amigos, que conserven los dos cuartos de libros, como "Biblioteca de Gaby Vallejo" a la que puedan acceder los ciudadanos del futuro como a un museo, de alguien que vivió el inquietante mundo del libro impreso. Tal vez como al templo de la bisabuela o tatarabuela que provocó el film "Los Hermanos Cartagena" u otras adaptaciones de su obra a ballet, a teatro, a títeres, o en este caso un DVD, que titula "Del amor y la muerte".

Leer y escribir son y serán, hasta el fin de todos los tiempos, dos modos íntimos de crecer siempre.

Gaby Vallejo Canedo

Para tus amigos: