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Domingo 28 de mayo de 2017

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Revista Dominical

¿Por qué Dios hizo a las mamás?

28 may 2017

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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A la pregunta de ¿por qué Dios hizo a las madres?, algunos niños contestaron de manera graciosa y sus respuestas se hicieron públicas, mucha gente goza con esas afirmaciones, por la inocencia de los pequeños que contestan, como se dice en el lenguaje popular, "sin pelos en la lengua".

Estas son algunas de las respuestas: 1. Porque son las únicas que saben dónde están las cosas en la casa. 2. Principalmente para limpiar la casa. 3. Para ayudarnos cuando estábamos naciendo. 4. Para que nos quisieran.

Quizás en la presente nota no encontremos una respuesta más ingeniosa, o la más sesuda, pero al parecer Dios puso en las mujeres características especiales para que cuando quisieran ser madres se convirtieran en ángeles que andan por la Tierra protegiendo a sus hijos.

Hasta el más fuerte de los hombres, el más rudo o el más indiferente, siente la ausencia de su madre cuando no está y, no puede dejar de enternecerse ante su presencia, y se hace pequeñito para ella y sentir de nuevo su calor, su amor.

Si bien el periodista escribe para sus lectores, el escritor lo hace para sí mismo, con la esperanza de que su público se identifique con sus palabras, en esta ocasión adoptaré la postura del escritor y hablaré un poquito de mi madre, fallecida en un trágico accidente hace tres meses, pero también mencionaré algo acerca de otras mujeres que desde su papel de madres son muy valiosas.

Mamá, Miriam Iporre Rivero de Miralles, era una mujer de amplias cualidades, podría ocupar una página entera para enumerarlas, y quizás me quedaría corta, pero algunas de las que resaltaban en ella hacían precisamente que parezca un ángel, no sólo para nosotros sus hijos, sino para quienes la conocían y se ganaban su afecto, pues nunca desamparaba a nadie que hubiera merecido su cariño.

Una anécdota que recuerdo es que cuando era una pequeña de unos cuatro años, éramos una familia incipiente de no muy elevados recursos monetarios, por lo que había que echar mano del ingenio para conseguir que los sueños se hicieran realidad, es así que mamá tomó una caja de leche evaporada, le perforó dos agujeros en los costados y le coló un plástico floreado de algún mantel viejo, resultando en una casita para muñecas de lo más hermosa.

Es así que se ingeniaba para todo, cocinaba minicomidas para jugar al restaurante con nosotros, cosía muñecas de trapo, peluches o las tejía para que tengamos con qué jugar. Nunca faltó en casa un plato de comida o un juguete para nosotros, y de la vestimenta ni qué decir, destejía chompas viejas y las volvía a tejer para cambiar de modelo, así que siempre lucíamos ropa "nueva" y diferente, cosía o modificaba algún modelo pasado de moda.

Realmente, ella hacía que las carencias, propias de la época política que nos tocó vivir de niños, no se sintieran; de esa manera y con su ejemplo nos enseñó a luchar por alcanzar nuestros sueños, a trabajar por lo que queremos y a no darse nunca por vencidos.

A veces la vida nos enseña sus mejores lecciones en base a duros golpes, ya que de hacerlo de otra manera puede que no valoremos lo que poseemos o lo que tenemos a nuestro rededor. Y fue justamente cuando perdí a mi madre que vi el valor que tienen muchas mujeres como progenitoras, para empezar por la mía propia, pues se nota su ausencia en la familia.

Mi hermana Elena, me enseñó la fortaleza que se debe tener para tomar decisiones, cuando debió elegir entre permitir que operen a su esposo y salvarle la vida o dejarlo ir, después de que del accidente que sufrieron en febrero de este año tuvo serios daños en partes claves de su cuerpo.

Con un niño pequeño de cuatro años, debía no sólo decidir qué hacer, sino que a la vez se hacía cargo de su retoño aun sin poder caminar debido a una fractura en su cadera.

Ella considera que no es tan fuerte, porque a veces siente ganas de llorar por todo lo vivido, pero ésa no es señal de debilidad, sino de mucha sabiduría y fortaleza porque para haber pasado tan dura prueba e ir saliendo con éxito de ésta y seguir adelante con su vida se necesitan agallas, dicho sea de paso, eligió darle una oportunidad a su esposo que ahora se recupera favorablemente.

Las amigas de mi mamá y las mías propias son también personas invaluables, pues las he visto salir de difíciles situaciones con entereza y valentía, muchas se consideran guerreras y siguen luchando en la vida por alcanzar sus sueños sin descuidar a sus hijos, más bien, enseñando con el ejemplo valores que les servirán para toda la vida.

Personalmente, siendo madre, no me considero una guerrera, pues a veces me quiebro, a veces me quejo y otras protesto airadamente, pero no creo que la vida me dé sufrimientos sino enseñanzas y pruebas, no pienso que me dé abnegación sino amor por lo que hago y por los seres humanos que entran en mi vida, y por mis hijas, a quienes debo enseñar con ejemplo lo que voy aprendiendo, de la mano de Dios, quien es mi guía, mi luz y quien me inspira para lo que hago en la vida.

No olvidemos a las mamitas que siendo ancianas deben trabajar para llevar a su hogar el pan de cada día, ésas que aunque vendiendo pastillas se ganan el sustento, ellas merecen todo nuestro respeto, consideración y amor.

Las mujeres que nos dan la vida merecen lo mejor y no debemos abandonarlas en un lugar y olvidarnos que existen porque eso es matarlas en vida, retribuyamos algo de todo el amor que nos dieron desde que nacimos hasta hacernos adultos.

Las mamás que están en el cielo, continúan brindando enseñanzas con los momentos, las vivencias que nos legaron, a través de su ejemplo, por eso muchas gracias a aquellos ángeles que dejaron la Tierra para instalarse allá donde está Dios.

Considero que la respuesta más acertada a la pregunta del título es la cuarta de los niños que contestaron de manera graciosa, pues Dios hizo a las madres para que nos quisieran, amaran y prodigaran.

A todas las mamás bolivianas, vaya un saludo caluroso, que Dios las bendiga y sigan luchando por hacer de este país un lugar de armonía, amor, paz y confraternidad para vivir. Felicidades mamás de Bolivia.

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