Estéril debate para aprobar ley corta “recomendada”
24 may 2010
Por: Jorge Lazzo Valera
La aprobación de la Ley Transitoria de Autonomías en la Asamblea Legislativa Plurinacional provocó un estéril debate por más de 18 horas en la Cámara Baja, donde los diputados opositores se quedaron con ganas de introducir enmiendas o mejorar los términos de una ley corta redactada por el Ministro de Autonomías y “recomendada” por el Ejecutivo.
El análisis y la discusión por tiempo y materia permitió “un debate enriquecedor” entre la mayoría oficialista y la minoría opositora, justificando y objetando a su turno los polémicos artículos 6, 7 y 8 del proyecto aprobado en Senadores, al que se añadió el 4 que establece que será el Presidente del Estado Plurinacional quien posesione a los gobernadores, poniendo así el componente político que motivó al electo gobernador de Santa Cruz de la Sierra, Rubén Costas, jurar y asumir su mandato en una plaza pública ante los ciudadanos que lo eligieron, en franco rechazo a la nueva norma que obliga a los gobernadores del país a viajar a La Paz para tener la venia presidencial para ejercer su mandato, cual si estuviéramos todavía en un estado centralista.
La ley corta debe ser una norma de adecuación para los próximos gobiernos autónomos departamentales como modelo de transición para aplicar la Ley Marco de Autonomías que establece una nueva estructura funcional para el Estado Plurinacional, convirtiéndose en puente para manejar la institucionalidad del país que empero no pudo ser enriquecida y fue aprobada como llegó a la Comisión de Autonomía de la Cámara de Diputados.
Lo sucedido en la Asamblea Plurinacional desnaturaliza la función de los asambleístas que tienen que aprobar a fardo cerrado la nueva norma enviada por el Poder Ejecutivo, sin derecho al pateleo de la oposición, aplicando el tantas veces criticado y objetado por el Movimiento Al Socialismo, rodillo parlamentario, ahora de asambleístas del MAS al propio estilo emenerista impuesto por el entonces presidente Sánchez de Lozada.
La actitud de los asambleístas oficialistas es clara muestra que cualquier ley puede ser aprobada de igual forma y, ojalá este estamento deliberante no se convierta en apéndice del Ejecutivo, que manda la norma y exige que se apruebe el proyecto para tener el instrumento legal que facilite su administración de gobierno y le otorgue “amplias garantías” para gobernar en una democracia sin oposición.
Si se desconoce el derecho que tiene la minoría en la Asamblea Plurinacional se atenta contra el primer principio de la vida democrática que es el respeto a las minorías. No debe olvidarse que ese derecho y la defensa de ese postulado democrático fue la base del discurso de Evo Morales para llegar a la presidencia, cuando eran vulnerados sus derechos y ahora cual si fuera una consigna revanchista se aplica con todo el rigor que impone el poder oficialista.
En resumen, el estéril debate producido por tiempo y materia en la Cámara de Diputados no cambió ni mejoró la norma, constituyendo clara demostración del poder y control que ejerce el gubernamental Movimiento Al Socialismo que quiere gobernar solo y sin oposición, aplicar una política de única consigna, supuestamente socialista, resultado de la decisión de la cúpula gobernante muchas veces sin aceptación del propio presidente Morales que coincidentemente siempre está de viaje cuando existen conflictos como los que ahora se registran con los trabajadores por exigir un incremento salarial superior al 5% y se desvirtúa con nuevas normas que advierten y ponen en desventaja a los opositores como queriendo mostrar que el MAS tiene el control total.
Es importante recordar que los asambleístas tienen que cumplir a rajatabla la misión encomendada por el Ejecutivo para preservar el trato económico preferente que tienen, cuando son los senadores y diputados los únicos que quiebran la política de gobierno de congelamiento de salarios y de rechazo a la jubilación, siendo beneficiados con un incremento en sus emolumentos o dietas del 44%, lo que equivale a decir que hasta la anterior legislatura los parlamentarios titulares percibían una dieta de 10.000 bolivianos y los suplentes 5.000 bolivianos y ahora los asambleístas titulares tienen una mensualidad de 14.400 bolivianos y los suplentes –que de acuerdo a ley no debían percibir nada- 4.800 bolivianos, al margen de los bonos que pagan a los presidentes de comisiones y jefes de bancada.
La interrogante del millón: ¿los asambleístas aprueban una norma dizque contra la corrupción?, pero callan y no dicen nada sobre el tema salarial, puesto que sólo para ellos existe otra norma, mientras el común de los bolivianos no se beneficia y continúa su lucha por un aumento salarial superior al 5%. ¿Será esa otra forma de corrupción encubierta que se quiere ocultar con leyes aprobadas bajo línea y orientación del Ejecutivo? Ojalá que no sea así y se respete el derecho democrático de todos los bolivianos.
*Periodista
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