Isabel Cruz Santos

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Desde muy joven, y con tan solo 14 años, Isabel Cruz Santos, comenzó a trabajar para cuidar a sus cuatro hermanos menores, debido a una enfermedad que padecía su madre. Desde ese momento ella no dejó de trabajar de manera incansable, aprendiendo la noble profesión de costurar polleras.

Se convirtió años más adelante, en la madre de cinco hijos, por quienes dedicó la mayor parte de las horas del día a trabajar en su oficio de costurera, por el enorme amor que sentía por sus "pequeños", a quienes en ningún momento quiso que les falte un plato de comida en la mesa.

Es por esta enseñanza que ella fue un pilar importante para sus cinco hijos: Adolfo, Javier, Miriam, Gloria y José Luis, a quienes de la misma forma logró transmitirles una lección importante, la cual fue de que el amor supera cualquier barrera, y que una madre, si tiene el deseo de salir adelante con sus retoños, puede trabajar en cualquier lugar y momento, sin importar las limitaciones.

"Como mamá, mis recuerdos más bonitos, han sido todos los que he pasado con mis hijos, claro que luego ellos crecen rápido y forman su propia familia, luego nos dan otra alegría muy bella como son los nietos, pero algo que valoro es que siempre hemos estado junto a mis hijos, y hasta el día de hoy continuamos constantemente reuniéndonos en familia, para seguir disfrutando de estos lindos momentos que nos ofrece la vida, y como un regimiento nos juntamos mis cinco hijos, mis 15 nietos y mi bisnieto que nació hace unos meses", nos cuenta Isabel.

Como toda madre que da a luz por primera vez a un hijo, ella nos relata que la alegría y la felicidad ha sido incomparable, y que por el trabajo de su esposo, tuvo que aprender sola a dar los primeros pasos de madre, sin la guía de ninguna persona, pero lo hizo muy bien, es algo que sus hijos siempre le agradecen. Además, nos cuenta que se planteó una meta y a la vez un sueño muy importante, que lo consolidaría años después, era tener su casa propia, y fue por eso que le dedicó largas horas a su oficio de costurera, pero sin descuidar a sus hijos, ella al trabajar en casa, podía combinar su oficio con la vocación de madre, pues en primera instancia, ella se ocupaba de que sus hijos hayan comido, estén listos y aseados, hayan hecho sus deberes, para luego ella trabajar costurando polleras, enaguas y mandiles entre algunas cosas, hasta la madrugada, para así ir generando dinero, que sirva para sostener a su hogar y a la vez para alcanzar sus sueños.

"Muchas veces vemos el abandono de hijos a sus padres, y es algo lamentable, yo les digo que no se olviden y no se descuiden por sus papás, que no se alejen, que intenten desde donde estén comunicarse y estar pendientes de quienes les dieron la vida, no se dan cuenta a veces los hijos de cómo sufren por este aspecto los papás", afirma en relación a uno de los problemas más frecuentes de la sociedad, como es el abandono a los padres por parte de sus hijos.

Fuente: LA PATRIA