Cecilia Mena de Almendras

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Cecilia Mena de Almendras, nació el 22 de noviembre de 1933 en Vilasirca en el departamento de Potosí, estudió en un colegio nocturno en su pueblo, porque en el día desde muy pequeña tuvo que ayudar en los quehaceres de su hogar, para colaborar a sus padres; años más tarde conoció a quien es su esposo por 60 años, Raúl Almendras, y se convirtió en la orgullosa madre de 14 hijos, formando así una familia numerosa, es por eso que tuvo que dividir su enorme corazón, para dedicarse de pleno a su familia.

Tuvo un pequeño negocio, con el cual colaboraba con la economía de su casa, esto, sin embargo, no significó que descuidara a sus hijos, quienes también colaboraban en su hogar, repartiéndose las tareas entre todos, y de esta manera fueron formando un lazo especial y una relación singular, de esta familia que tiene tantos miembros.

"Una cosa que recuerdo que pasó cuando mis hijos eran pequeños, fue que de manera accidental, el patio de nuestra casa se incendió y lamentablemente quedamos afectados mis hijos Franklin, Marlene y yo, llegamos inclusive al hospital con quemaduras de primer y segundo grado, recuerdo esta anécdota,no como algo grato, sino que fue algo muy duro ver a mis hijos lastimados, pero aun así recuperándome tuve que seguir atendiendo a mis hijos, pues ellos me necesitaban", relata Cecilia Mena.

Ella dice que los hijos son una bendición muy grande para los padres, quienes son los responsables de ellos ante Dios, por lo que se les debe apoyar, cuidar, disciplinar e ir preparándolos para sus vidas futuras, en las que ellos a su vez formarán sus propias familias, pero que jamás estos deben olvidarse de sus padres, siempre debe existir comunicación en la familia, y recomienda a las nuevas generaciones que no descuiden a sus padres, ya que ellos se esfuerzan única y exclusivamente, durante toda su vida, por los hijos quienes son los que le dan sentido a su vida.

Cecilia Mena, cuenta que el momento que tuvo a su primer hijo entre brazos fue una emoción única, pero también lo fue con todos sus hijos, y agradece a Dios por haberle permitido, guiar y proteger a una familia con varios integrantes, que con el paso de los años ha ido creciendo, es por eso que actualmente, radicando en la ciudad de Cochabamba, se reúne constantemente con su familia, con sus hijos, nietos y bisnietos, a estos dos últimos, son a quienes aún continúa impartiendo su enseñanza y valores, para que estos a su vez sigan trasmitiendo todo lo aprendido de generación en generación.