Rosa Guacolda Rodríguez Córdova

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Rosa Guacolda Rodríguez Córdova, nació en Oruro, el 19 de julio de 1939, es una orgullosa madre de tres hijos, que son Guacolda Sara, Enrique Eduardo y Jaqueline Rosario, quienes representan su mayor orgullo y satisfacción de vida.

Inició sus estudios en el colegio Reekie, luego hizo su paso por el "Donato Vásquez", para finalmente concluir sus estudios secundarios en el Liceo de Señoritas "Pantaleón Dalence"; su formación profesional la realizó en la Escuela Superior de Administración de Empresas, eligiendo esta carrera, ya que siempre tuvo afinidad a los números, que hizo que se inclinara hacia esta profesión a la cual le dedicó gran parte de su vida.

"Estaban mis hijos aún estudiando cuando comencé a trabajar en el periódico, pero yo me daba el tiempo para compartir con ellos, y a la vez dedicarme de manera responsable a mi oficio, había que hacer un esfuerzo en el trabajo por las largas jornadas laborales, inclusive después de llegar a casa, daba de cenar a mi familia y retornaba a la empresa para capacitarme constantemente, pero a la par estaba ahí para mis hijos, tuve la suerte además de que me colaboraba mi esposo Enrique Cabrera, en este afán y a la vez travesía que es el poder educar a nuestros hijos", contó Guacolda Rodríguez.

Cuenta que su experiencia como madre ha sido marcada por varias anécdotas y experiencias, que eran parte del cotidiano vivir con sus hijos, pero las más significativas surgen del nacimiento de cada uno de ellos, ya que para Guacolda, esos momentos son los más preciados para una madre, además, recuerda los festejos de cumpleaños, sus actos de bachillerato y finalmente verlos profesionales, motivo que llena de orgullo a su vida, al saber que cumplió la meta que se habría puesto desde el momento que se convirtió en madre.

"Ahora es un poco más complicado brindarle todo el tiempo a los hijos, por el tema del trabajo y sabemos que todo ha avanzado a pasos agigantados, la tecnología está haciendo que exista menos unidad en las familias, se ha ido perdiendo la confianza que antes se daba entre padres e hijos, esos factores provocan una suerte de descuido de la familia, que a la larga trae repercusiones, siempre es importante buscar la unidad familiar", comenta.

Como un consejo a las nuevas generaciones, ella dice que, pese a que los padres están obligados a trabajar, eviten descuidar a sus hijos y mantengan siempre y en todo momento una comunicación fluida, ya que la unidad básica de la sociedad es la familia.

Fuente: LA PATRIA