¿Educación o excitación sexual?

Recientemente el obispo de la arquidiócesis mexicana de Jalapa, Mons Hipólito Reyes Larios, ha denunciado que «hoy desde la escuela vemos una educación de la sexualidad», que se limita a explicar cómo son las relaciones íntimas entre hombres y mujeres, las cuales «se pueden permitir desde la infancia».

En efecto, en los últimos años, se puede advertir una inusitada tendencia a introducir cada vez a más temprana edad en la educación de los niños la denominada educación sexual. Hay que partir de la premisa de que no es lo mismo información sexual que «educación sexual». La información sexual es más fácil, pero no basta, se ha comprobado que a cuanta más información sexual, se generan más embarazos de adolescentes, enfermedades de transmisión sexual etc.

Todo el contenido de dicha Guía es una apología del homosexualismo que «violenta el orden natural», pero particularmente «destacan por su perversidad la iniciación a la masturbación a partir de los 5 años, así como, a partir de la misma edad, la mentalización en «los roles de género y en los estereotipos de género».

De acuerdo a la misma los niños de 9 años hasta los 12 deben ser «instruidos» respecto de los «efectos positivos y negativos de los afrodisíacos», luchando contra «la homofobia, transfobia y la violencia de género», más exaltación del homosexualismo.

Este diabólico Plan de la ONU, decreta que a los 12 años deben profundizar en las «razones para abortar», que antes se les inculcarán bajo el eufemismo de violencia de género, para llegar a los 15 años convertidos en activistas de la promoción «del derecho al aborto y del derecho al acceso al aborto seguro».

Pues bien, este monstruoso y maligno Plan de Educación Sexual, que impuso la ONU, rápidamente está penetrando los programas educativos de las escuelas y colegios, junto a miles de ONGs que tienen por objetivo desarrollar esta deformación sexual a través de miles de proyectos con los que llegan a los niños y jóvenes, muchas veces sin que los padres de familia se den cuenta.

¿Sabe Usted cuál es el objetivo de la ONU en la implementación de esta degenerada educación sexual a temprana edad?

Lo explica Dale O´Leary, autora de «La Agenda de Género: Redefiniendo la Igualdad»: «Con frecuencia me piden que explique lo que vi en El Cairo y en Beijing en una frase lapidaria de treinta segundos. Con el riesgo de simplificar demasiado, respondo que observé que la ONU está habilitada por gente que piensa que lo que el mundo necesita es: 1) menos personas; 2) más placer sexual; 3) eliminar las diferencias entre el hombre y la mujer; 4) que no haya madres a tiempo completo.

Estas personas reconocen que incrementar el placer sexual puede hacer que aumente el número de bebés y de madres. Por lo tanto, su receta para la salvación del mundo es:

1) Anticoncepción libre y aborto legal; 2) promoción de la homosexualidad (sexo sin hijos); 3) cursos de educación sexual que estimulen la experimentación sexual entre los niños y enseñarles cómo llegar a la anticoncepción y el aborto, que la homosexualidad es normal y que el hombre y la mujer son lo mismo; 4) eliminar los derechos de los padres para que estos no puedan evitar que los hijos tengan sexo, educación sexual, anticonceptivos o aborten; 5) cuotas (de profesión y trabajo) por igual para el hombre y la mujer; 6) que todas las mujeres trabajen; 7) desacreditar a todas las religiones que se opongan a esta agenda.

Esta es la "perspectiva de género" y quieren que "sea la corriente principal" en todos los programas y todos los niveles de todos los países".»

El hipersexualidado mundo en el que vivimos hoy, «se ha convertido en un criadero de todas las formas de aberración sexual», que tienen su génesis en la «revolución sexual preparada por su siglo de desarrollo cultural, en el que el sentimiento fue separado de la razón, haciendo de esto la aventura amorosa, y el amor se transformó en el más alto ideal. En nombre del amor y de la pasión, toda regla o convención social podía ser violada. Aplicada a la moral, esta mentalidad fue devastadora una vez que el adulterio y aún la prostitución podían ser justificados e incluso alabados» (En defensa de una Ley superior, Acción Familia).

¿Qué es educar? «Educar es comunicar conocimientos y promover actitudes. Hay que distinguir por tanto dos facetas en este terreno; por un lado la información, y por otro, la formación. Mientras el primero consiste tan solo en la suma de una serie de datos, observaciones y manifestaciones específicas, el segundo va más allá. Trata de ofrecer unas pautas de conducta de acuerdo con una cierta orientación humana, se preocupa que a todo ese saber se le saque el mejor partido, favoreciendo la construcción de un hombre más maduro, más hecho, con más solidez, más humano y más dueño de sí mismo» (Dr. Enrique Rojas, psiquiatra).

Se puede tener una gran información sexual y ser esclavo de la lujuria. Una persona puede saber perfectamente que una cosa es mala, y, sin embargo, no querer privarse de ella. La experiencia nos demuestra que una información sexual continua, insistente, machacona, como la que hoy padecemos, se convierte en excitación sexual.

(*) german_mazuelo_leyton@yahoo.com