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Sábado 20 de mayo de 2017

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Revista Tu Espacio

AUTOAYUDA - Miedo a la oscuridad en los niños

Los miedos no tratados pueden convertirse en fobias

20 may 2017

Fuente: guiainfantil.com

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El miedo es una reacción de protección del organismo para huir de las situaciones que se entienden como peligrosas. Uno de los miedos más vividos y sufridos por los niños, principalmente entre los 3 y 8 años de edad, es el temor a la oscuridad. No se conocen las causas, pero todo puede estar relacionado al conocimiento propio del desarrollo infantil. El miedo a la oscuridad puede nacer después de que el niño haya escuchado algún cuento, visto una película u hojeado algún libro. Una imagen, una experiencia o simplemente la imaginación, puede despertar el miedo a la oscuridad en los niños.

Otro motivo que puede causar miedo a los niños es un cambio de casa. La nueva habitación puede despertar su imaginación hacia lo desconocido. El miedo a la oscuridad, normalmente, aparece a la hora de dormir. Cuando un niño pide a sus padres que no le apaguen la luz, puede estar queriendo alargar su día y también desear no tener miedo de estar en la oscuridad.

También, la poca visión hace volar la imaginación y sospechar que la oscuridad esconde a personas desconocidas o monstruos debajo de su cama, dentro de su armario o detrás de las cortinas de su habitación. Un simple ruido puede representar una nueva amenaza, que viene de algún fantasma o de otra criatura de su imaginación. En muchos casos, la oscuridad representa el fin del día, el término de las actividades y de los juegos. Cuando llega la oscuridad, los padres se van y ya no se puede leer ni jugar, ni hacer nada divertido. En ese caso, no se trata de miedo y sí de inquietud por lo que ya no puede hacer, por la impotencia.

Soluciones contra el miedo a la oscuridad de los niños

- Cuando los padres identifican que el rechazo de su hijo está relacionado al fin de las actividades, porque lo que quiere es seguir jugando y estar con sus padres, no existe otro remedio que ser firmes. Es la hora de irse a la cama y despedirse con un beso. El niño acabará aprendiendo que sus excusas no funcionan y se dormirá.

En el caso de que los padres valoren que su hijo tiene miedo y está muy asustado, no se debe menospreciar la situación. En este caso, se debe hablar con el niño, demostrarle cariño y comprensión. Conviene prestarle un poco más de atención, contarle un cuento alegre y positivo o charlar sobre las experiencias del día. Le ayudará a distraerse hasta que concilie el sueño. Las pequeñas luces en los enchufes de las paredes o las lámparas de luz tenue son una buena solución para que el niño no esté en total oscuridad y suele dar buenos resultados. Otra alternativa es regalar al niño un muñeco o un peluche que le haga compañía o que necesite de su cuidado, pues le ayudará a sentirse más arropado. Para que el niño se sienta más seguro, no cierres las puertas de las habitaciones o deja alguna luz encendida como la de un pasillo, por ejemplo.

Fuente: guiainfantil.com
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