Paro contundente y plazo que corre

Después de mucho tiempo y con una motivación justificada, los orureños paralizaron sus actividades por 24 horas y la medida fue cumplida por todos los sectores institucionales y laborales. Hubo contundencia en la decisión de pedir al Gobierno atención al principal planteamiento regional, como es el Puerto Seco.

No se trata de un hecho pendiente de solución por algunos meses, es una frustración que se arrastra de muchos años y que como elemento principal de los pliegos petitorios de la orureñidad se lo consigna en el primer lugar de una larga lista repetitiva de planteamientos de la ciudadanía local.

Como señaló el ejecutivo del ente cívico, hay que agradecerle a un viceministro que supuestamente por error, consignó Patacamaya para el emplazamiento de un Puerto Seco, incluyendo en la versión hasta un presupuesto para cumplir tal finalidad, situación que - por fin - despertó al aletargado movimiento cívico que decidió jugarse entero por los derechos departamentales.

El paro de Oruro, hay que repetirlo, fue contundente y con esa reacción cívica una vez más se pone en movimiento la conciencia orureñista demandando derechos y esperando el cumplimiento de promesas que por más de diez años se mantienen latentes, pero sin capacidad suficiente para resolver favorablemente proyectos como el de Puerto Seco que tiene que ver directamente con el desarrollo regional.

Faltan detalles que deben cumplirse en materia de organización legal, técnica y administrativa en el proceso de regularizar la vigencia del Puerto Seco en Oruro, son aspectos que debe encomendarse a comisiones organizadas con la participación de personas entendidas y comprometidas con el proyecto, para que de una buena vez, se defina un cronograma de tareas para que funcione y se utilice la infraestructura portuaria terrestre, devolviendo a Oruro condiciones especiales como centro de convergencia ferroviaria, de carreteras, formando parte del importante corredor bioceánico, que prácticamente está habilitado y sólo requiere de funcionalidad operativa, que precisamente se concretará con el Puerto Seco en operación.

Las sugerencias del sector empresarial y las decisiones de nuestras autoridades, con el apoyo renovado del Comité Cívico y las instituciones orureñas, no deben declinar en absoluto hasta lograr la respuesta del Gobierno, impulsando financieramente el proyecto, pero añadiendo una dosis de voluntad política que es un ingrediente necesario para que "funcionen las cosas".

Hay un plazo que está corriendo hasta el fin de semana para conocer el criterio gubernamental, a través de interlocutores válidos. Se espera que no exista necesidad de repetir el paro y prolongarlo, pues se trata de que el derecho de Oruro a progresar sea reconocido oportunamente y se haga justicia con una determinación superior que elimine trabas y agilite disposiciones para hacer realidad el Puerto Seco de Oruro.

Lo importante es que la unidad de los orureños se afirme, que no decaiga la voluntad de encontrar mejores condiciones de vida, sustentando los proyectos que tienen función multiplicadora en materia de beneficios colectivos. Ya era tiempo de reavivar el espíritu combativo de los orureños, demandando respeto a sus derechos.

Fuente: LA PATRIA