Una serie de estudios realizados por organismos nacionales, oficiales y del sector de los productores de quinua, (quinueros), además de entidades internacionales que estudian el fenómeno del maravilloso producto nutritivo, originario de la zona andina boliviana, coinciden en señalar que este producto está perdiendo su sitial en los mercados externos, debido a una fuerte competencia propiciada por los productores peruanos que han logrado copar buen número de los mercados que compraban y consumían el conocido "grano de oro" del altiplano boliviano.
El proceso de competencia tiene justificativo en la doble cosecha que logran los quinueros peruanos en una gestión, que en el caso boliviano es sólo de una por año. Se suman a ese comportamiento las facilidades que otorga el gobierno del Perú a los productores de la quinua, con una serie de incentivos para mejorar la calidad de siembra y de cosecha, impulsando también la industrialización primaria del grano que con mejores condiciones de oferta cubre una demanda importante en mercados de EE.UU., Europa y de varios países de la región sudamericana.
La queja sobre los bajos precios de la quinua en el mercado nacional, refieren que mientras el costo de producción de un quintal de quinua representa un promedio de 900 bolivianos, la misma cantidad se comercializa hasta en 350 bolivianos en el mercado regional de Challapata, población orureña que centraliza el comercio de la quinua. La diferencia es propia de la cantidad que pone en venta el Perú, que invade el mercado regional por la vía del contrabando, sin tomar en cuenta factores de calidad que pasan por alto los compradores aprovechando solamente el precio realmente bajo.
Un hecho que se considera de doble efecto, por sus consecuencias, fue el de 2013, destinado a la promoción internacional de la quinua, un año en que realmente subió el precio del grano y despertó paralelamente el interés de otros países para producir su propia quinua, situación que en breve tiempo muestra una serie de investigaciones realizadas con resultados favorables, lo que en niveles internacionales señala la existencia de (por lo menos) un medio centenar de países en el intento de producir la quinua andina.
Frente a estos factores adversos los quinueros del país, organizados en la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui), han planteado al Gobierno a través de las autoridades correspondientes, un apoyo financiero que les permita mejorar la producción del grano y su proceso de industrialización para incrementar las exportaciones y presentar la verdadera quinua real boliviana con todas las garantías que facilite el Gobierno en los mercados externos, donde se vende quinua sin ninguna garantía de origen y calidad.
Tras la promoción del Año Internacional de la Quinua el 2013, no ha existido un seguimiento en esa campaña y se han aprovechado de la misma otros productores vecinos, por lo que los quinueros nacionales solicitan un respaldo financiero para mejorar su sector que es el único que puede garantizar la calidad nutritiva y selección del mejor grano para exportación y derivados que ya son exigidos en los supermercados de consumo externo.
En resumen, lo que se plantea es un apoyo urgente que facilite ampliar la actual producción de quinua de 61 mil quintales anuales, con un rendimiento promedio de 8 a 15 quintales por hectárea, esperando igualar el rendimiento peruano de 40 a 50 quintales por hectárea para recuperar el sitial internacional.
Fuente: LA PATRIA
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