Las ciudades en crecimiento

En los últimos años, aprovechando un ciclo positivo de buenos precios para nuestras materias primas, el caso de hidrocarburos y el gas principalmente, pero también la exportación de nuestros minerales, se abrió un proceso de mejoría en la economía familiar, en ciertos niveles, permitiendo el crecimiento de las ciudades del país, de estas las del eje central que avanzaron hacia la catalogación de urbes, con incremento de su población y por lógica consecuencia de sus límites urbanos, una explosión que rebasó las previsiones técnicas de algunos municipios confrontando una serie de limitaciones en las "barriadas" de reciente creación.

Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto se han convertido en los centros de mayor concentración de familias, muchas migrantes del sector occidental, en otros casos de poblaciones rurales e incluso de comerciantes e industriales, en busca de incentivos para realizar emprendimientos que no se dieron en ciudades menores, donde la falta de ingenio y capacidad de autoridades, constituyeron las trabas operativas para fomentar sectores productivos.

Las ciudades crecieron inusitadamente, según los observadores, en muchos casos y a fin de evitar aislamiento de barrios por distancias y falta de servicios básicos el crecimiento de hiso de "tierra hacia arriba" creando las moles de cemento con edificios de muchos pisos, limitando las condiciones de vida de familias en función del goce de patio, sol y naturaleza. Pero el crecimiento también se da en otras ciudades, como la nuestra, abarcando en todas direcciones y ocupando cualquier espacio que aparentemente esté desocupado o baldío como lo califican los vecinos en pos de espacios para la vivienda propia.

Por las referencias que se conocen, la única ciudad que avanza con planimetría adelantada, con disposición de terrenos para nuevas urbanizaciones que cuenten con posibilidades inmediatas para extensión de servicios básicos, es Santa Cruz, donde trabaja técnicamente en coordinación de municipio y gobernación, además de organizaciones vecinales y en muchos casos inversionistas inmobiliarios.

Nuestra ciudad ha crecido en los últimos años, la población se extiende en los cuatro puntos cardinales, pero a diferencia de la capital oriental, no hay ninguna planificación previa para ordenar el crecimiento dentro de un radio urbano que necesariamente debe extenderse, ojalá fuera con mínimos planes de ubicación territorial en los que se consignen opciones de extensión de servicios de agua potable, red de alcantarillado, instalación eléctrica púbica y domiciliaria y un diseño expreso de manzanos y vías de circulación.

La población civil se incrementó por efecto de la migración campo - ciudad, fenómeno que se observa en los extremos de los sectores vecinales, donde actualmente se carece de los más elementales servicios y con una improbable solución, por lo menos de momento, a la necesidad de planificar con sentido de previsión el crecimiento de nuestra ciudad para convertirse en una urbe organizada mejorando las condiciones de vida de centenares de familias.

Fuente: LA PATRIA