Libertades de pensamiento y expresión

Todo parte en reconocer el derecho inalienable de los ciudadanos libres a pensar y expresarse con libertad y garantía, estos preceptos conllevan la responsabilidad de ejercer paralelamente y sin restricciones la Libertad de Prensa, el derecho de todos a informarse con la verdad y sin restricciones.

Esta fecha es propicia para recordar la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas que a iniciativa de la Unesco en el año 1993, establece que cada 3 de mayo se recordará el Día de la Libertad de Prensa, que reafirma la práctica de la Libertad de Expresión, principios que respaldan a la prensa libre, pluralista e independiente.

La libertad de expresión se materializa en la opinión responsable que no sólo es un derecho constitucional, sino un deber moral como lo establecen, no uno, sino varios de los códigos de ética que practican los periodistas en el cumplimiento de sus deberes, especialmente cuando se trata de asumir defensa intransigente de la democracia y la justicia.

Por otra parte repasar el Código de �?tica de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) que en su artículo 1ro establece que "Los periodistas están siempre al servicio de la verdad, la justicia, los derechos humanos, la defensa del patrimonio cultural y del medio ambiente, la democracia y la paz entre los hombres". Nada más concreto para defender la libertad de prensa.

Como detalle importante el Código de �?tica de la Asociación de Periodistas de La Paz, en sus artículos II y III, exige a sus afiliados "contribuir permanentemente a la vigencia y fortalecimiento del sistema democrático y combatir intransigentemente cualquier actitud oficial u oficiosa que tienda a conculcar derechos y libertades establecidos en la Carta Magna y en la Declaración de los Derechos Humanos, especial y particularmente la libertad de expresión". No hay nada más contundente que estas regulaciones que asumen por cuenta propia los periodistas celosos de sus derechos y altamente responsables con su trabajo.

Pero pese a las recomendaciones éticas, hay circunstancias que alteran las buenas intenciones y la práctica insobornable de tener la verdad por delante, es la parte del periodismo dirigido, pero al mismo tiempo condicionada su sostenibilidad a cumplir reglamentos de medios que transgreden las normas y definen el trabajo de ciertos periodistas a informar sólo lo que interesa al "mandón de turno", suprimiendo de ese modo el derecho de opinión del periodista, sumiso a la condición de informar como le marcan el libreto o poner en riesgo su trabajo.

Bajo estas condiciones de alteración abierta al cumplimiento de las normas de ética y vulnerando abiertamente las libertades de prensa y de expresión, es que nuestro país, descendió 15 puestos en la escala internacional de libertad de expresión y prensa, de acuerdo al ranking que realiza la entidad Freedom House, con una caída de Bolivia del puesto 96 que tenía el año pasado al 111 en la presente gestión. El hecho ratifica la delicada situación que confronta la prensa en un país democrático, en el que se restringe el trabajo de la prensa libre.

Fuente: LA PATRIA