Martes 02 de mayo de 2017
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La alegrÃa de unos puede ser la tristeza de otros, dependiendo dónde prestan sus servicios y en qué medida disponen su fuerza de trabajo dentro de ciertos lÃmites de seguridad, por lo menos a mediano plazo, pues en el tiempo presente el empleo denominado "fijo" se ha vuelto cortoplacista, debido a los problemas que confrontan las empresas privadas, industrias y comercios que deben hacer frente a reajustes salariales fuera de sus posibilidades reales.
El incremento de salarios que se ha hecho norma anualmente en el paÃs y que se calcula en función a los parámetros de inflación y crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no es un referente regular para todos los sectores, por tanto los funcionarios dependientes del Estado y todos sus sectores, incluyendo las administraciones departamentales, no tienen mayores problemas, pues el pago de los salarios proviene de las arcas oficiales y aún tratándose de empresas estatales, con problemas financieros, igualmente cubren las obligaciones sociales con fondos públicos, eliminando cualquier posibilidad de conflicto.
Otra es la realidad de las empresas privadas que dependen directamente de su capacidad productiva, de los mercados para su comercialización, de los factores de competencia internacional, con paÃses vecinos que inundan con sus productos más baratos los centros de abasto o con la mercaderÃa china que ha desplazado la producción manufacturera nacional, obligando al cierre de medianas y pequeñas empresas (Mypes), mientras que la industria mayor está obligada a una reducción de personal, para compensar sus obligaciones salariales. He ahà que en el sector fabril, entre otros, cada aumento de salarios, tiene su drama.
Fuente: LA PATRIA