¿Una guerra en la península coreana?: Un hecho iluso pero poco posible
26 abr 2017
Adhemar Ávalos Ortiz
La nación coreana se constituyó a partir de migrantes de origen mongol en una zona muy frágil geopolíticamente debido a la influencia de grandes colosos como China y Japón. Pasó por periodos de libertad absoluta, autonomías controladas y, finalmente, su territorio fue conquistado y colonizado por Japón después de la guerra ruso-japonesa de 1905. En 1945 la península coreana fue dividida en dos zonas, la ocupada por la Unión Soviética, con su capital Pyongyang, y la ocupada por Estados Unidos, con su capital Seúl. En 1948, Corea del Norte rechazó participar en las elecciones celebradas al amparo de las Naciones Unidas, creándose finalmente dos gobiernos independientes en cada una de las zonas ocupadas. Ambos Estados reclamaron la península entera como territorio propio, lo que los llevaría a la guerra de Corea en 1950, que finalizó con la firma de un armisticio en 1953. Oficialmente, los dos países siguen en guerra, ya que todavía no se ha firmado un tratado de paz. Hasta aquí no se sabía lo que sobrevendría después. Los abusos de la ONU deben ser tratados aparte.
Corea del Norte es formalmente un Estado socialista, aunque no se trata más que de una dictadura totalitaria estalinista, ajena al marxismo, sobre todo teniendo en cuenta el culto a la personalidad de Kim Il-sung y su familia, además de su "Juche", una ideología de autosuficiencia nacional que se introdujo en la Constitución como una aplicación distorsionada y perversa del marxismo-leninismo. Los medios de producción son propiedad del Estado a través de empresas estatales y granjas colectivizadas, pero el país tiene graves problemas con la producción de alimentos debido a sus gastos militares excesivos. La economía norcoreana se rige a través de un sistema vertical de poder estatal, centralizado en torno al Comité Central del Partido del Trabajo de Corea. Se destina un elevado número de fondos a la industria pesada, principalmente a la metalurgia, la minería del carbón y el transporte ferroviario. En la agricultura destaca el cultivo de arroz. Y a los servicios se destinan pocos recursos cuando en el socialismo deberían ser consistentes. El fin del socialismo es liberar a la población de sus preocupaciones de supervivencia y alcanzar logros imposibles en el capitalismo, los que no son teóricos, sino prácticos. Las comodidades, si bien se realizaron en el capitalismo, son comunes al desarrollo de la Humanidad, y, por tanto, intrínsecos en el socialismo y el comunismo. Pero, hay un bien superior, el de la mente que no supera las materialidades, las trasciende.
Corea del Norte declaró estado de guerra a Corea del Sur. Sin embargo, las grandes potencias mundiales asumen de distinta manera el tema. Para Estados Unidos, sería mejor que siguiera existiendo Corea del Norte, justifica su política militar de creación de empleos armamentísticos. China y Rusia la ven como un elemento de contención geopolítica. No permitirán su destrucción, pero tampoco le darán un apoyo ilimitado. En realidad, les incomoda por sus políticas nacionalistas, no revolucionarias y, peor, capitalistas.
Debido a su desconocimiento, mucha gente, manipulada por las agencias informativas, piensa que la crisis coreana llevará a una guerra nuclear. En realidad no es una situación posible por muchos candados de seguridad existentes en el mundo globalizado y la propia necesidad de supervivencia de regímenes anacrónicos. Se trata, más bien, de una retórica belicista con fines de consumo interno. No obstante, existe una verdad clara y suficiente: Corea del Norte no tiene misiles para destruir ciudades norteamericanas, sus pruebas fracasaron y Rusia, a pesar de tener el conocimiento amplio del tema no le apoyará científicamente por los arrebatos libertarios de los Kim. No obstante, este país tan digno, antes de ser aniquilado, está en condiciones materiales de eliminar ciudades japonesas y de Corea del Sur, hasta de Australia. Que Estados Unidos podría destruir Corea del Norte en minutos es posible con armas de la II Guerra Mundial. ¿Y lo permitirán China y Rusia? Por ahora, el "statu quo" debería reinar, temporalmente hasta que cambie el mundo y? "después lo que venga por obra y gracia del ser humano criminal". Una guerra podría llevar a la hecatombe: Tres países destruidos por el aparato militar norcoreano y la angurria norteamericana: Corea del Norte, Corea del Sur y Japón, además de las bases militares de Estados Unidos en Filipinas, Australia y muchas islas del Pacífico. Las armas serían convencionales y hasta bombas A. Las H afectarían a media Asia y conducirían a una Tercera Guerra Mundial. Algo imposible. ¿El suicidio mundial es razonable? No se puede saber ex−ante.
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