El mulato y su compañera hicieron un dúo de saxos sólo para mÃ. Y, corroboraron, a la hora de los rones, que es un instrumento maldito, invitado incómodo en casi todas las orquestas del mundo.
Fue inaudito que se inventara un instrumento que, hasta ese momento, nadie sabÃa que iba a revolucionar la historia de la música. Lo llamó saxofón, asà su nombre ganarÃa un lugar en la historia del siglo XIX. Antoine Joseph Sax es el inventor, al principio de la historia se lo conocÃa como Adolphe Sax o Le petit sax.
"Si les fleursÂ?Qui bordent les cheminsÂ? se marchitarán mañana Â? yo guardarÃa en mi corazón Â? aquella que brilló en tus ojos Â? (Pequeña flor)
Un predicador negro del Harlem me dijo que el saxo "siendo el cuerno del diablo" no podÃa entrar en las iglesias y tampoco en los grandes teatros reservados para orquestas sinfónicas.
No es el "rey del viento", como lo llaman, no. Es el rey del suburbio, el prÃncipe de la noche, le gusta el jazz porque se estrena en cada tema, amanece y se oculta en su estuche a la salida del sol; es o por lo menos fue un clandestino, indocumentado, inmigrante toca-lo-todo, borracho y mujeriego que amarga la vida de un soplido que se convierte en música.
Termino de escribir acompañado del saxo de Stuart Mattewman. Siempre hay esperanza, es el único tema instrumental del CD Stronger than pride de Sade. Como estoy pasado de moda me atrevo incluso a pedir disculpas, todo sea por mi amor al saxofón.
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