S谩bado 22 de abril de 2017
ver hoy
驴Fotos en alta resoluci贸n?, c谩mbiate a Premium...
Desde que comenzamos nuestra existencia estamos vinculados con otras personas: nuestros padres, hermanos, la familia. Nos une la sangre impl铆citamente, al menos en teor铆a. Luego durante la vida se van estableciendo otros tipos de lazos de distintas 铆ndoles: sociales, econ贸micos, afectivos; de todos estos nos interesan los afectivos porque al final son los que nos tocan internamente, siempre y cuando le hayamos dado la prioridad.
As铆, los v铆nculos afectivos que establecemos pueden ser intrincados, como tambi茅n pueden ser sencillos; dependiendo de nuestras expectativas, de la capacidad que tengamos de aceptarnos como somos, sin dejar de creer en nosotros y en los dem谩s, y sin dejar de creer en la capacidad que tenemos de amar.
No es lo mismo relacionarnos con los dem谩s sin esperar nada, pero con cierta desmotivaci贸n, dejando de creer en la buena fe; porque se pierde la alegr铆a de compartir, de dar a manos llenas. Es diferente cuando nos relacionamos creyendo en la capacidad de amar que pueden tener los dem谩s, aunque no lo expresen; sin dejar de creer que puedes mostrarles un amor especial, que pueda encender en sus corazones una chispa por la cual conozcan un tipo de amor benigno, que no busca lo suyo, sino que es feliz tan solo realiz谩ndose.
Fuente: florialv.wordpress.com