Las amas de casa, que son las que más sufren por la escasez del gas licuado engarrafado, señalan que “el gas se hizo gas” y que la llegada del invierno se convertirá por sus características que ya asoman en un verdadero calvario debido a la poca previsión de los funcionarios de YPFB para exigir una mayor dotación del combustible en tiempos especiales.
Una es la posición del jefe de zona de la petrolera en Oruro que asegura plena normalidad en el suministro de gas a través de los canales ya conocidos, como el reparto en camiones de diferentes empresas y que deben llegar a la mayoría de los barrios de la ciudad…mentira, los carros acaban su dotación sino en la puerta de YPBF en la zona norte o cuando mucho a pocas cuadras del lugar.
Largas filas de sufridas amas de casa y de molestos vecinos se observan a diario en la planta envasadora y en la cuadra próxima a las oficinas de la empresa, la distribución es lenta y generalmente termina en cualquier momento por la falta de adecuada cantidad de garrafas para cubrir la siempre creciente demanda de gas en la ciudad.
Se habla de algunas irregularidades, como el desvío en la venta del producto a determinadas empresas (de fundición) que acaparan el gas y prácticamente se hacen cargo de uno o más camiones repartidores, los que por supuesto ya no venden a los vecinos.
El contrabando puede ser otra causa para el desabastecimiento de gas, aunque se rechaza esa posibilidad asegurando que existe control en los sitios fronterizos, por tanto es difícil el paso de centenares de garrafas a poblaciones por ejemplo del Perú, vía Desaguadero, donde el precio se triplica y hasta quintuplica, lo que de por si es ya un gran negocio.
Políticamente se anuncia la dotación de gas domiciliario a la mayor parte de la ciudad y resulta que todavía ese incipiente proyecto no cubre ni siquiera el 40 por ciento de la población que requiere y espera el suministro de gas con la ventaja en precio y la posibilidad de no sufrir escasez del producto.
Parecería que los administradores de YPFB en la ciudad han optado por no ver ni oír el reclamo ciudadano y disimulan sus errores de servicio con algunas posiciones inclusive de insolencia, señalando que el gas se suministra sin problemas a través de los camiones repartidores…nada más falso, como dicen las amas de casa el gas se hizo gas, pero la molestia vecinal está tomando características dramáticas que pueden derivar en medidas de presión, pidiendo una atención responsable en la dotación de un artículo de primera necesidad como el GLP.
Si se logró un aumento en el cupo de abastecimiento para la ciudad lo menos que se espera es que el cálculo no sea erróneo, por tanto causa del permanente desabastecimiento del combustible. Vale la pena que tomando en cuenta la llegada del invierno se incremente la venta del producto pero de manera responsable y con los controles necesarios para que evitando las largas filas de amas de casa y vecinos las empresas distribuidoras puedan llegar con sus “camiones repartidores” a todos los barrios de la ciudad. La falta de gas es una verdadera molestia y ese hecho está “calentando” el ánimo de la ciudadanía, hay que evitar que salte la chispa que puede producir un incendio.
Fuente: LA PATRIA
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