Gobernar en palabras sencillas vendrÃa a ser administrar, dirigir o manejar correctamente un estado Departamento, o una región Ahora una definición de gobernabilidad según el diccionario significarÃa, literalmente, "calidad, estado o propiedad de ser gobernable"; gobernable significa, sin más, "capaz de ser gobernado"; mientras que su opuesto, ingobernable, designarÃa aquello que es "incapaz de ser gobernado".
La gobernabilidad es la "capacidad de las instituciones y movimientos de avanzar hacia objetivos definidos de acuerdo con su propia actividad y de movilizar con coherencia las energÃas de sus integrantes para proseguir y lograr metas previamente definidas. Lo contrario, la incapacidad para obtener y conseguir un entendimiento y coordinación llevarÃa a la ingobernabilidad. En este caso, la gobernabilidad aparece como una propiedad especÃfica de los gobiernos y los actores sociopolÃticos relevantes tomando como punto esencial la eficacia (efectividad o eficiencia) para llevar adelante sus metas y objetivos bien delimitados.
Un desorden ocasionará la crisis de gobernabilidad que consiste en un estado de desequilibrio, o de desfase, entre el mayor volumen de las demandas sociales ("sobrecarga") y las deficientes capacidades de respuesta de los gobiernos democráticos El dilema central de la gobernabilidad de la democracia es que "las demandas sobre el gobierno democrático crecen, mientras que la capacidad del gobierno democrático se estanca".
En este contexto adquiere una relativa importancia la "eficacia", "legitimidad" y "estabilidad" en el ejercicio del poder polÃtico porque aparecen como componentes básicos de la gobernabilidad en democracia. La noción de gobernabilidad tiene dos funciones: una denotativa o descriptiva, y otra persuasiva y normativa", en la medida en que el debate sobre la misma está especialmente abierto y dependa de la tensión entre hechos y valores.
Para obtener una gobernabilidad efectiva debe ir rodeada de la norma moral y eficacia con el objetivo de mantenerse en el poder, considerando que el problema central de la polÃtica pasa por el ejercicio eficaz/eficiente del poder, para conseguir la gobernabilidad -entendida como grado de gobierno eficaz- y obediencia al mandato del soberano concibiendo que una mayor probabilidad de conseguir el cumplimiento de objetivos se tendrÃa mayor grado de gobierno, y por tanto, mayor gobernabilidad.
Las condiciones de gobernabilidad se han vinculado a una correcta administración de justicia y la legitimidad de un ordenamiento polÃtico-social, respeto a los derechos humanos y de la obligación gubernamental de proveer el bienestar social.
La constitución de un buen Estado fortificado se establecerá como el gobierno correcto con poder otorgado por el soberano y legitimidad, obligando a actuar conforme a ciertos valores morales, de razón, justicia y orden, jurÃdico social, considerando que el poder gubernamental sólo puede justificarse en la medida que sirva a la más plena realización de los derechos individuales. En tanto que el fin del gobierno es el de "conseguir la paz, la seguridad y el bien de la población", y para ello el Estado deberá gobernar mediante leyes fijas y establecidas, y no mediante decretos discrecionales; corresponderá establecer jueces rectos e imparciales; y utilizará la fuerza para ejecutar las leyes, y no para sostener decisiones arbitrarias.
Un Estado será gobernable en la medida en que tenga mayor capacidad de adaptación y mayor flexibilidad institucional respecto de los cambios de su entorno nacional e internacional, económico, social y polÃtico, con estabilidad polÃtica y social y capacidad de permanecer en el Gobierno alejado de la corrupción y abuso de poder.
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