Loading...
Invitado


Domingo 09 de abril de 2017

Portada Principal
Cultural El Duende

BARAJA DE TINTA

Mi hermano Plácido

09 abr 2017

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Segunda de tres partes

Campanario, mayo de 1950

Querido Plácido: Aquí me tenís esperándote por horas, pero no llegáis ni a caballo ni a pie. Decime de una buena vez, ¿has decidido regalar el tapial? Ya me parecía que en vos había una clara contradicción: que tu cabeza tira pa´ un lado, pero tus patas se van pa´l otro, porque primero me decís que vendrás a arreglar la "chipa" del empeño, y punto seguido pasáis a preguntar por la moza que pasó vergüenzas por tu culpa. Vos, hermano, sois algo especial: un hombre al que lo rigen las patas. Si te pilla uno de esos doctores que estudian la mente, se hace rico presentándote como un fenómeno. Un humano que tiene la inteligencia donde los demás solo tenemos dedos, planta y talones?

Si no tenís los pantalones para enfrentar al viejo Paulo, mándame un "poder" que yo llevaré el caso ante los tribunales.

Tu hermano. Moisés.

***

Añimbo, agosto de 1952

Querido Moisés: ¡La pucha que sois enojón! Parecís leche hervida. Sin embargo, me emociona que veáis por mis cosas como yo lo haría por las tuyas. Para borrar tu enojo, ¡ya compré un potro!, aunque a decir verdá, más parece un gato en la peor orfandá. En cuanto luzca otras trazas, estaré por allá para darte a vos un abrazo y al viejo Paulo, el susto de su vida.

Te saluda tu hermano Plácido.

***

Campanario, septiembre de 1952

Querido hermano: ¿Te acordáis del burro sunicho con el que lo prendieron al papá? Cuando se empacaba, ahí se quedaba, atornillao al suelo, las patas como garrotes, pechando pa´ atrás?

Hablarle de buenitas: "Seguí queridito sunicho, seguí" o darle de rebencazos, tenía igual resultado. ¡Ay, hermano, cuánto te parecís a él! Yo he hablao a tu corazón (los sufrimientos de la mamita, lo que el papá se pajchará en su tumba al ver tu dejadez), he tocao a tu hombría? ¡todito al cuete!

Ahora ya te exijo nada, de manera que hacé lo que te dicte tu conciencia: pelear como un hombre por lo que es tuyo o quedarte donde estáis aguaitando a las estrellas.

Para anudarte al pago siquiera con los recuerdos, te cuento sobre el asunto que me preguntabas en una carta anterior: la Aurorita. De resultas de tu compromiso con ella, un día se presentó ante la mamita y le dijo: "¿Usté sabe que el Plácido se fue apalabrao conmigo?" - "Sí,? algo supe? Y, decime Aurorita, ¿pa´ cuándo quedaron en realizar la boda?" - "Pa´l día de Navidá". Y nuestra vieja me contaba que ese rato había pensao: "¿Quizá sería pa´l día de inocentes?" Luego de una pausa, la Aurorita continuó: "Así que doña Teodora, voy a hacer la chicha pa´ esperarlo".

Viendo la cosa seria, nuestra pobre mama, le dijo: "¿Tenís seguridad que viene? ¿Te escribió alguna carta?" - "Ni un encargo de boca" - "Pero, ¿entonces? - La Aurorita le tapó la boca diciendo: "Y si llega y me pilla sin nada? A´i mismo, sin desensillar su caballo, rumbea pa´ otros pagos?"

Ahora creo que nuestra vieja, en ese instante, ha debiu pensar: "De eso es incapaz el tamal del Plácido. Si viene, da por descontao que lo pilláis" - En cambio había hablao así: "Dios quiera que llegue, Aurorita, pero? ¿si te quedáis con la chicha y el ajuar? - Y ella, riéndose había respondido: "Sí así juera? pa´ algo servirán?"

Tanta era la fe de la moza que ahí mismo hizo un nudo con la esperanza de la mamita. De este nudo nacieron mariposas que levantaron el vuelo azul? Me acuerdo que por esos días, cada jinete que aparecía bajando el lomerío, producía un desbande hacia el camino. Íbamos desovillando abrazos y volvíamos con los brazos lacios y tristes.

Seguro que debís pensar que, poco a poco, el desánimo les invadió a la Aurorita y a la mamita. ¡Te equivocáis! El día anterior a la Navidá, me obligó a matar la "ckucha". La saló, la condimentó y la mandó a la casa de la novia. Al día siguiente, amaneció temprano y nos puso a todos en polvorosa. ¡Había que vernos de endomingaos!

Y las horas fueron pasando. En la casa de la novia, la chicha aguardaba madura en los cántaros y la "ckucha" se doraba en el horno. Todo estaba listo, sólo don Pedro se paseaba emputao. Bueno, serían las seis de la tarde cuando las campanitas repicaron a bodas. "Por fin -dijo nuestra vieja- ha debiu llegar directo donde el cura." - Cuando entramos a la iglesia apuraos y con el alma hecha cajas de carnaval, vimos a la novia, linda como una amancaya, y a su lado el novio? que no erais vos.

Menos mal que la Aurorita fue moza precavida, y el Juan, a quien dejaste de cuidador de la "fruta", subió al árbol y la mordió. Así perdiste una buena mujer y perderás la herencia si continuáis con el mismo apuro con el que llegaste a la boda.

Te saludo. Moisés.

***

Campanario, marzo de 1953

Querido Plácido: Vuelvo a las andadas, a pedido de Matiasa, mi mujer.

Vos que te pasáis discutiendo con formalidá los asuntos de la patria, ¿sabís que el doctor Víctor Paz ha largao una ley que asegura la tierra para quien la trabaja? Ahora el viejo Paulo anda con esa ley en la mano y riéndose de vos y de mí. Oíme: la cabeza no se hizo solo para llevar el sombrero sino pa´ pensar y algo en lo que debís poner las entendederas, es en tu futuro. Pero si mismo no querís venir por no llupirte el trasero con algunos días de trote en ese sunicho que decís haber comprao, mándame el "poder" que te pedí. Yo me liaré con abogaos y jueces. ¡Apurate?!

Quizá estés diciendo que las risas del viejo "cara de machete" te tiene sin cuidao. Yo te pregunto: ¿Te tiene sin cuidao turbar así el descanso del alma del papacito? ¿No te da miedo que decida pedirte cuentas de las tierras que él obtuvo rajándose el lomo y que vos estáis perdiendo por no tostarlo con un poco de sol? Si algo te queda de respeto y temor, mandá ese papel.

Tu hermano. Moisés.

***

Añimbo, febrero de 1954

Mi hermano Moisés: ¿Con que te has casao con la Matiasa misma? ¡La pucha qué bueno! Ya veía yo que así iba a ser. ¿Te acordáis cuando noviabas con ella, debajo de la higuera? Vos parecías un "tucko" y ella una luna que se bajaba hasta vos para encandilarte con su brillo. Decime. ¿Qué tenían sus ojos que tanto lo ocultaba detrás del carbón de sus pestañas? Seguro que a la fecha tendrán un buen número de changos, los cuales cuando yo llegue me dirán "¡Tío? tío!" Mirá, antes de oírlo me conmuevo hasta las lágrimas. Yo me veo como el molle viejo donde se arriman las campanillas y jazmines que se le abrazan

¿Ves, hermanito? La vida pa´ vos ha sido buena. Diferenciá: novia has encontrao solo silbando desde la higuera? ¡Yo, hasta ahora, nada! Vos sois decidiu, hacís las cosas, te gusta el trabajo, y entre más duro? ¡mejor! Yo, por el contrario, nací pensador, cansao y despacioso. Cuando voy a emprender algo, me nace del fondo del cuerpo un irresistible impulso de recular y? ¡claro! reculo?

Para lo único que mantengo el impulso de río en pleno desborde, es para recobrar lo que en mala hora empeñé al viejo Paulo Arenas. Por esto, no te mando el "poder" que me pedís. ¿Con qué cara te embarcaría en un pleito que es mío? No soy tan mala hierba. Además, ya está decidiu que mañana mismo me voy pa´ esos pagos. Quizá esta carta llegue en las ancas de mi potro.

Preparen esas costillitas para resistir los muchos abrazos que les daré.

Tu hermano. Plácido.

Continuará

Para tus amigos: