Martes 18 de abril de 2017
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Tres elementos insustituibles para definir un presupuesto familiar que responda a las necesidades de la población, al ajuste de un salario real y al control de precios que si salen de control, reducen el valor adquisitivo del salario y alteran el costo de la canasta familiar, creando un desbarajuste en cualquier economÃa familiar.
El tema salarial ha sido planteado oficialmente a nivel Gobierno, con incremento del 6 por ciento, aunque la medida todavÃa puede ser debatida en vista de que el organismo laboral insistirá en un mayor aumento. Se toma en cuenta que la inflación acumulada a diciembre de este año, podrÃa situarse en alrededor del 5% en función a la proyección establecida en el Presupuesto General del Estado 2017, lo que significa en nivel oficial que ésta será otra gestión de estabilidad en los precios, principalmente de productos básicos, factor determinante para equilibrar el poder adquisitivo de los salarios y la canasta.
En el plano de ajustes salariales y tomando en cuenta los últimos años, se estima que los beneficios de los incrementos no han llegado por igual a todos los trabajadores, debido a ciertos contrastes que se presentan en el mercado laboral del paÃs, con un porcentaje considerable de trabajadores informales, fuera de todo esquema salarial, pero también un número elevado de funcionarios públicos que reciben los incrementos sin mayores problemas, mientras que el Ãndice de trabajadores asalariados del sector privado acceden a los aumentos, pero en algunos casos, sacrificando la estabilidad de sus fuentes de empleo, pues algunas empresas se ven obligadas a reducir personal y en el extremo a cerrar actividades debido a la imposibilidad de cubrir aumentos de salarios convenidos unilateralmente.
Fuente: LA PATRIA