Loading...
Invitado


Domingo 16 de abril de 2017

Portada Principal
Revista Dominical

La importancia de la espiritualidad

16 abr 2017

Por: Álvaro Villarreal Alarcón - carabantxel@outlook.com

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Nuestras vidas son hoy por hoy una senda en un solo sentido que va del nacimiento a la muerte, y que en el entretanto buscamos entretenernos, distraer nuestra mente, para no tener que pensar en el final de nuestra existencia. La mayoría de las veces no nos detenemos a preguntarnos ¿Para qué vivimos? Y si en este momento respondemos, nuestras contestaciones serán muy diversas, "para ser feliz", "para casarme y tener hijos", "para disfrutar", "para divertirme", "para trabajar", "para ganar dinero"?etc. O con frecuencia muchos responderán "no sé", pero seamos críticos, ¿Realmente para eso vivimos? ¿La felicidad de esta vida consiste en satisfacer nuestras necesidades y caprichos? ¿O hay algo más...? ¿Realmente necesitamos ser espirituales?

La espiritualidad no es algo que sea fácil de entender ni de definir, la mayoría de la gente no podría decir qué es, o la confundiría con una religiosidad liviana. Es por esto que un equipo de investigadores de la Universidad de Missouri en Estados Unidos, ha explorado la respuesta de cómo las personas definen y practican su espiritualidad. Definir la espiritualidad puede ayudar a revelar su impacto en el desarrollo de la vida humana. Los resultados iniciales revelan que la gente define la espiritualidad en términos de conductas positivas, sentimientos y relaciones.

"En última instancia, lo que queremos es determinar el impacto de la espiritualidad en el desarrollo positivo de las personas, incluyendo la autoestima y el comportamiento pro-social, y si sirve de amortiguación en el comportamiento negativo o de riesgo", explicaba Anthony James, un estudiante graduado del Departamento de Desarrollo y Estudios de la Familia de la MU (HDFS). "Para empezar con la investigación, primero tenemos que identificar cómo define y practica la gente la espiritualidad."

Las personas que examinó James respondieron a esta pregunta: "¿Qué significa ser una persona espiritual?" Las respuestas revelan que la gente describe su comportamiento espiritual en términos de siete categorías relacionadas con el desarrollo personal y social, a saber:

* Tener un propósito

* Mantener conexiones con la gente y la naturaleza, incluidas las destinadas a un poder superior (normalmente Dios).

* Tener una base de bienestar, como la alegría y la plenitud, la energía y la paz

* Tener una firme convicción

* Tener confianza en sí mismo

* Tener un impulso para la virtud, es decir, tener la motivación para hacer lo correcto y decir la verdad

Con la investigación antes mencionada, podemos ver que la espiritualidad juega un papel destacado en el desarrollo de las personas, siendo de muchas maneras el viento que empuja el barco de la vida a buen puerto.

Ser espiritual te puede cambiar la vida, más no es sencillo ya que exige la aceptación de nuestros límites, y reconocer a aquel que no los tiene, y por tanto nos impulsa para superarlos.

Una persona espiritual aprende mucho más de las experiencias y lo mejor de todo es que aprende a extraer lo positivo de todo, no con un afán negacionista, ni tratando de edulcorar la realidad, sino en la puesta de sentido de su vida, el dolor pasa a ser una lección más que ayuda a pulir los defectos personales. Esta visión positiva de la vida es sin lugar a dudas la más eficiente e inteligente manera de vivir, ya que tendemos a poner mayor énfasis en lo malo, un solo momento malo en un buen día puede arruinarnos la jornada completa, los traumas son más duraderos que los momentos de dicha. Mas otra ventaja de las personas espirituales es que no ven a la vida como una serie de sucesos al azar, sino como que todos los acontecimientos de una vida pasan por una razón superior, están ahí para extraer lo mejor de cada experiencia, así cada día trae nuevas lecciones y aprendizajes, que perfeccionan a dichas personas, haciéndolas más fuertes. Vivir con esta convicción las hace animosas, ya que cada derrota es una oportunidad.

Una persona espiritual es alguien que se sabe realmente valioso, encuentra esa valía en lo sagrado de su origen, e intenta ser un reflejo de su creador, y por lo tanto tiene la autoestima alta sin caer en la altivez. Esto significa que creen firmemente en ellos y se sienten orgullosos de ser quienes son y del camino que escogieron.

Las personas espirituales están llenas de virtudes, al meditar sobre sus defectos y sobre el mundo, saben hacerse responsables y no buscan excusas para sus problemas, desarrollan la capacidad de hacer lo correcto sin esfuerzo y por convicción, tal capacidad se ha hecho cada vez más ajena a la gente común, adoctrinados en el relativismo, para quienes lo correcto está medido con la vara del egoísmo y es siempre cuestionable.

Las personas espirituales viven alegres, llenas de paz y esperanza, al estar convencidas en la trascendencia de esta realidad, viven en plenitud, tratando de aportar lo mejor de ellos mismos a su entorno, dando ejemplo de templanza y superación.

Para obtener estas hermosas virtudes en nuestra vida, hay que tener claro nuestras prioridades y nuestra meta, aquella que le dará sentido a nuestras vidas. Para empezar el camino espiritual, debemos seguir el ejemplo de los grandes, que lo recorrieron antes que nosotros, como por ejemplo:

San Ignacio de Loyola, preguntó una vez a San Francisco Javier -cuando ambos eran estudiantes en París-, para qué estudiaba. La respuesta de San Francisco fue rápida: "Porque quiero ser canónigo y ocupar un puesto importante en Navarra, quiero tener títulos, ser respetado".

San Ignacio de Loyola le sugirió que leyera cierto pasaje de la Biblia. Este pasaje cambió la vida de San Francisco Javier. Se ordenó sacerdote, junto con San Ignacio, participó en la fundación de la Compañía de Jesús; fue el primer misionero en la India y el Japón; murió cuando se dirigía a China para evangelizar.

Hoy, San Francisco Javier es el patrono de las misiones. ¿Qué dice ese pasaje bíblico para que San Francisco Javier cambiara el curso de su vida?: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? (Mc 8, 36).

Cuántas personas pasan por el mundo como si no pasaran; su vida es estéril, sin sentido; pasan sin dejar huella. Viven como si no vivieran, sin darse cuenta de que por encima de todo está Dios.

El hombre espiritual será tan activo como el hombre del mundo, de hecho, más activo en su vida doméstica y social, que se extiende desde los confines del hogar hasta la plaza de mercado, e incluso a las conferencias internacionales.

Lo que distinguirá sus actos será la naturaleza de su relación con Dios y los objetivos detrás de sus acciones. Todo lo que haga una persona religiosa, lo hará con el sentimiento de que debe rendir cuentas ante Dios, y que debe procurar asegurar la complacencia divina y que sus actos estén acordes con las leyes de Dios. Una persona secular o laica será indiferente hacia Dios y guiará sus actos solo por motivos personales. Esta diferencia hace que el conjunto de la vida material de una persona religiosa sea una empresa totalmente espiritual, y que el conjunto de la vida de una persona secular sea una existencia carente de la chispa de la espiritualidad.

Para tus amigos: