Sábado 15 de abril de 2017
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El Informe Planeta Vivo 2016, presentado recientemente por WWF, confirma la senda insostenible y ciega por la que camina la humanidad. El análisis revela que, para satisfacer sus necesidades actuales, la humanidad está consumiendo una cantidad de recursos naturales equivalente a 1,6 planetas y que, de seguir así, necesitaremos 2,5 para 2050.
Nuestra huella sobre la naturaleza es tan grande y profunda que podemos afirmar que estamos entrando en el Antropoceno, una nueva época geológica marcada por las grandes transformaciones sobre el medio ambiente y cuyos impactos son visibles en una sola generación.
El cambio climático es una de las evidencias de esa alteración y, dada su magnitud y urgencia, es necesario abordarlo con la colaboración de todos, desde las instituciones, pasando por los sectores productivos, hasta las organizaciones sociales.
Es urgente revolucionar el sector energético hacia un modelo energético más limpio, sostenible y justo, y terminar de una vez por todas con las subvenciones a los combustibles contaminantes. Para acelerar el cambio, se requiere un compromiso político a largo plazo hacia un sistema 100% renovable y libre de emisiones para el año 2050 y es imprescindible impulsar tanto a escala municipal como nacional el aprovechamiento de las energías limpias descentralizadas para que los ciudadanos podamos producir y consumir nuestra propia energía.