Miercoles 12 de abril de 2017
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Editorial y opiniones
Semana Santa sin aldehídos: un sacrificio valorable
12 abr 2017
Raúl Pino-Ichazo Terrazas
No es necesario que se dicte un Auto de Buen Gobierno por las gobernaciones de los departamentos del país, y con ello, regular el expendio de bebidas alcohólicas en Semana Santa, pues lastima la espiritualidad de los católicos cristianos y cristianos en general que exista la intencionalidad en dirigir una decisión de abstinencia del alcohol, que es intrínseca y propia del ámbito interior del ser creyente, espacio donde nadie puede penetrar ni osar violar; aunque lo precitado sería lo ideal, hay que reconocer que no se cumple.
La población boliviana es mayoritariamente católica por tradición pero esta tradición no es estática pues se incrementa cada día y la fe en Jesucristo es voluntaria y profundamente enraizada con acciones y pasiones. Los pueblos en todo estado y nación son extraordinariamente inteligentes y perceptivos y ante cualquier atisbo de ataque u ofensa a sus sensibles sentimientos de fe, rectores de su vida, que es mucho decir, produce una reacción de reafirmación de la pertenencia a Cristo, pues ese colectivo ha consumado el paso fundamental de oyente a creyente y porque necesita apoyarse, como cualquier ser humano desprotegido e imperfecto, en Dios, es decir una actitud de confianza y abandono hacia ?l.
La fe de los bolivianos centrada en la Pascua de Jesucristo y en la cotidianidad de ejercicio de las virtudes se expresa como una proclamación de vida interior intensa y una afirmación y aceptación existencial total que la salvación descansa en el don de la fe.
El acto de fe en el tiempo y en el espacio es calificado como obediencia voluntaria de acogida a la Pasión de Jesucristo y los sentimientos que se arraigan en el ciudadano por este evento sui géneris desde la creación del mundo, hace que el pueblo confíe en Dios y comulgue con la vida de Cristo, que es un paradigma que nunca se repetirá por su consistencia doctrinal y contenido de vida espiritual para enfrentar la vida.