Jueves 06 de abril de 2017
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En una pequeña tribu de África, cuando dos amigos se despiden se agarran por el brazo, y con todo lo bueno que se llevan de la otra persona y el sentimiento de paz y plenitud que sienten ambos, se dicen "pienso en ti"; llevándose consigo a su amigo en el nuevo camino que tienen por recorrer, que siempre estará presente aunque no esté cerca. Es probable que no vuelvan a verse más, y son conscientes de ello pero, ¿qué importa? Porque también saben que ahora se van a tener el uno al otro cada vez que se piensen.
La mayoría de las personas suelen asociar las despedidas a la tristeza, a un ambiente mustio y una atmósfera de pena; de hecho hay personas que prefieren incluso no afrontarlas bajo el pretexto de que no les gustan o no se le dan bien. Este sentimiento puede ser comprensible, ya que es algo que siempre hemos visto, que debería ser así; cómo se han romantizado y mitificado con este ambiente gris en el cine, en la literatura y en la vida misma. Pero una despedida no es más que el comienzo de algo nuevo; una nueva oportunidad.