El amor a LA PATRIA y el espíritu de solidaridad

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A dos escasos años de llegar al centenario, el matutino LA PATRIA albergó en sus oficinas a personas que hoy en día ocupan espacios importantes en distintas áreas, quienes desarrollan un trabajo importante siguiendo premisas y valores aprendidos en esta empresa.

Una de ellas es la juez público de Familia, abogada Rocío Márquez Espinoza, ex secretaria que ingresó a trabajar a sus 18 años a esta empresa en 1993, con básicos conocimientos que un bachiller adquiere en el colegio, llegó predispuesta a trabajar, pero grata fue la sorpresa que se llevó cuando se percató de la amabilidad y apoyo de los Miralles.

"Después de salir bachiller a mis 18 años, conocí a don Enrique Miralles Bonnecarrere y a su hijo Marcelo Miralles Bová y su señora esposa, Miriam Iporre de Miralles, quienes no dudaron en darme esa oportunidad laboral que necesitaba en esos tiempos".

Para Rocío, hablar de Marcelo Miralles Bová es hablar de amplitud y amor por su empresa, LA PATRIA, "Don Marcelo amaba el periódico y siempre fueron sus pilares la independencia política y la libertad de prensa, esto lo heredó de don Enrique Miralles".

Asimismo, recuerda a doña "Mirita" Iporre con mucho cariño "era una verdadera dama" dice Rocío, antes de mirar hacia arriba unos segundos, y rememora el apoyo incondicional a su esposo y al periódico mismo, "ambos eran como los papás, no solamente eran los jefes, sino que la preocupación por sus empleados iba más allá".

La abogada Márquez recuerda un episodio de su vida, que le dejó en claro la grandeza del corazón de la pareja Miralles Iporre, "cuando tuve mi primer hijo, en casa no tenía con quién dejarlo, entonces lo llevaba al periódico, tenía un poco de miedo de lo que me diría (Marcelo Miralles Bová), pero él y su señora esposa me apoyaron, me dijeron que no había problema que lo lleve a trabajar conmigo, pocos jefes te dicen eso", ante esta situación la señora Miriam Iporre de Miralles, un día sorprendió con una cuna "Rocío aquí (cuna) pon a tu hijito, aquí va a estar más cómodo, me dijo doña Mirita".

Con lágrimas en los ojos, Márquez toca una joya de su dedo índice de la mano izquierda, un anillo con delicados detalles, "esto me lo regalaron don Marcelo y doña Mirita, cuando tuve que renunciar al periódico para dedicarme a mi profesión, tras 20 años de servicio, me dieron este obsequio, desde ese día nunca me lo he quitado, hasta el día de hoy ha sido como un amuleto", afirma, tocándolo con delicadeza.

Hablar de doña Miriam Iporre, es hablar de apoyo incondicional a Marcelo Miralles y al matutino LA PATRIA, "recuerdo cuando el periódico incursionó en impresión a colores, su hija Cibeles estaba como administradora, se amanecieron para poder ver cómo salía la impresión del periódico, doña Miriam incentivaba a los trabajadores repartiendo café y preocupándose por los ellos".

En fin, el amor que Marcelo Miralles Bová tenía al periódico fue heredado de su padre, y transmitido a su esposa, y juntos logran un engranaje perfecto para que el medio impreso, Subdecano de la Prensa Nacional, perdure hasta la fecha.

"Don Marcelo siempre decía la familia de LA PATRIA, con mucha emoción organizaba los festejos por el aniversario del 19 de marzo", fecha en la que fue fundado el matutino orureño de

circulación nacional.

Fuente: LA PATRIA