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Marcelo y Miriam, juntos en la eternidad - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Domingo 19 de marzo de 2017

Portada Principal
Domingo 19 de marzo de 2017
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98 años del Subdecano de la Prensa Nacional
El legado continúa�
Pág 1 
Elegía para un hogar prodigioso
Pág 2 
Marcelo y Miriam, juntos en la eternidad
Pág 3 
In memóriam
Pág 5 
Los Miralles, patricios orureños
Pág 6 
Hasta pronto, buen amigo
Pág 7 
Marcelo y Miriam
El corazón y la razón para asumir un cambio trascendental en LA PATRIA
Pág 8 
¡Salud y pesetas�!
Pág 9 
"Marcelo tenía el ñeque para conducir el periódico LA PATRIA"
Pág 10 
Los herederos ideales de Enrique Miralles
Pág 11 
Jhonny Saravia: "Hemos perdido a un gran hombre"
Pág 12 
Marcelo Miralles y Miriam Iporre:
El amor a LA PATRIA y el espíritu de solidaridad
Pág 13 
Ya no escucharemos a Marcelo entonar "Los muchachos de LA PATRIA"
Pág 14 
La primera jefa de Redacción recuerda a "la Jefa del Jefe"
Pág 15 
Alfredo Luján de Cadena Coral
"Marcelo fue un gran amigo, un compañero de lucha en el periodismo"
Pág 16 
Se fue un fiel defensor de la libertad de prensa y expresión
Pág 17 
Marcelo, un señor de gran talla al momento de hablar de periodismo
Pág 18 
Autoridades: Legado de Marcelo Miralles siempre será recordado
Pág 19 
LA PATRIA fue toda su vida
Pág 20 
Marcelo Miralles, el "Patricio Orureño" que apostó por su departamento
Pág 21 
Pensamiento de autoridades de la UTO
Oruro perdió a dos personas que querían y creían en la región
Pág 22 
Alfredo Auza: "Es la pérdida de un líder para el departamento"
Pág 23 
Siempre estarán entre nosotros�
Pág 24 
Informe Especial

Marcelo y Miriam, juntos en la eternidad

19 mar 2017

Fuente: LA PATRIA

Por: Ximena Miralles Iporre

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Marcelo Miralles y su esposa Miriam Iporre, fallecieron en un trágico accidente en Perú, vivieron el amor desde que se conocieron en colegio y juntos se fueron a la eternidad, el incidente en el que perdieron la vida consternó a Oruro y a Bolivia, pues nadie se esperaba semejante desenlace.

Marcelo Miralles Bová, nació en Oruro en 1948, sus padres fueron Enrique Miralles Bonnecarrere y Elena Bová Garrido, salió bachiller del colegio Anglo Americano, ingresó a la Facultad de Ingeniería, pero dejó los estudios para ocuparse de su familia que empezaba a crecer con el nacimiento de su primogénita Marcela, quien a los 9 meses murió.

Miriam Iporre Rivero de Miralles, nació en Huanuni Oruro en 1947, sus padres eran Napoleón Iporre Flores y Nimia Rivero Castedo, bachiller del colegio Anglo Americano, estudió secretariado en el Instituto de Comercio (Insco).

La pareja se conoció en el colegio, cuando cursaban la secundaria, ella corría por los pasillos tras un compañero que le molestaba mucho, él iba caminando por otro de los corredores, chocaron y los cuadernos volaron por los aires, ella le dijo un rápido "lo siento" y siguió corriendo, él sintió el flechazo en ese momento. Comenzaron una relación de amor y apoyo mutuo que no terminó ni con la muerte.

Iniciaron un negocio de serigrafía en el que trabajaban ambos, cuando sus 4 hijos, Marcelo, Ximena, Elena y Cibeles crecimos, hacia el año 80 Marcelo Miralles Bová se fue a estudiar Imprenta a Estados Unidos en el Rochester Institute, con esos conocimientos potenciaron el negocio familiar y mejoraron la calidad de los trabajos que hacían. Como los hijos ya éramos más grandes, colaborábamos en el trabajo del taller de serigrafía, realizando tareas sencillas.

Nuestros abuelos nos enseñaron a ser unidos y a amar la naturaleza, pues les encantaba llevarnos de día de campo o realizar viajes al interior del país y del departamento, muchas veces viajamos en la época de Carnaval, para aprovechar el feriado largo, fuimos a los Yungas, a algunas provincias de Oruro, de Potosí, Cochabamba y Santa Cruz.

Amábamos los viajes largos, una vez fuimos por tierra hasta Roboré, Santa Cruz; en otra ocasión decidimos ir hacia el Sur, fuimos por Potosí, Tarija, Sucre, Cochabamba y volvimos a Oruro, fue un viaje lleno de aventuras, en el que los turistas más embarrados siempre éramos nosotros, llegábamos a cualquier capital con barro hasta las orejas, inclusive cuando intentamos cruzar un río yendo de Tarija a Sucre, y su caudal casi se lleva el auto completo, mi papá Marcelo se asustó mucho y mi hermano, tocayo de mi padre, le ayudó a sacarnos de la penosa situación.

Juntos viajamos también al exterior del país, donde las aventuras no podían estar ausentes. Los viajes más recientes con la familia completa fueron a la Florida, Estados Unidos y a Punta Cana, República Dominicana; últimamente fueron a Ilo, Perú, que fue el viaje final de Marcelo y Miriam, conocidos familiarmente como Mache y Miri.

Algunos de los viajes de aventura los realizamos con primos, tíos o amigos, dormimos en el piso, comimos gallina vieja y hasta arroz con tierra, nos mojamos, pasamos por barrancos, cunetas con peligro, pero seguros, hicimos de todo, y como siempre, de alguna manera, terminábamos embarrados.

LA PATRIA

Con un negocio exitoso, Miralles no pensaba en asumir las riendas del matutino LA PATRIA, pues la empresa periodística estaba en buenas manos, las del abuelo Enrique y su socio Cristóbal Molina; sin embargo, la abuelita Elena enfermó gravemente hacia el año 1987, por lo que se delegó la responsabilidad del periódico a Marcelo, quien ponía ante todo a sus padres, trabajó unos dos años sin sueldo, pero como la economía no daba para mucho, pues Miriam continuaba trabajando en la serigrafía para sostener a la familia, ambos tomaron la decisión de adquirir la parte del socio Molina, por lo que hipotecaron la casa del abuelo Napoleón y compraron la mitad de la sociedad, quedando el periódico en manos de la familia Miralles.

El matutino se iba a pique porque la maquinaria ya era vieja y no daba para mucho, las impresiones ya no tenían buena calidad, es más, apenas se lograba leer algo del periódico, por lo que, nuevamente entre ambos esposos decidieron enfrentar la situación arriesgando capital para comprar nuevas máquinas y enfrentar el cambio tecnológico de la prensa tipográfica a la offset.

Como siempre, Marcelo acudió a nosotros, sus hijos para que le colaborásemos en ese emprendimiento, Marcelo y mi persona ya éramos bachilleres para entonces y nos dedicamos a aprender a usar los paquetes de Apple Macintosh y enseñar a usarlos para seguir adelante con el reto.

Al principio, la red de computación fue instalada en la casa del matrimonio Miralles Iporre, donde se hicieron las primeras pruebas, publicando el periódico impreso en offset solamente los domingos, las ediciones salían atrasadas porque había que transcribir del papel al medio electrónico todas las noticias que habían escrito los periodistas, además de los avisos de todo tipo que llegaban.

Más adelante, con la mejora de la tecnología se acortó tiempo y se ahorró dinero, pero el salto tecnológico funcionó, se salvó la empresa de una quiebra inminente.

Miriam siempre estuvo a su lado, apoyando toda decisión, es más, cuando papá viajó por cuestiones de trabajo, fue ella quien asumió la determinación de comenzar a publicar el periódico en offset a diario, reto que asustó a todos, pero que finalmente pusimos en práctica con éxito.

En el año 92, tres de los cuatro hermanos nos fuimos a Cochabamba para estudiar una carrera universitaria, Marcelo, que para entonces ya era piloto privado y proyectándose como piloto comercial, estudió Administración de Empresas, Elena decidió seguir Ingeniería Comercial y mi persona siguió la carrera de Comunicación Social y Periodismo. Más tarde se nos unió Cibeles, quien también abrazó la carrera de Administración de Empresas.

Estas profesiones nos permitieron colaborar de manera más efectiva en la dirección del matutino, proyectando las acciones necesarias para enfrentar otros retos para hacer prosperar LA PATRIA, porque nuestros padres apostaron por ese negocio y una vez fallecidos los abuelos era necesario tomar las riendas y mejorar la calidad de información e impresión para mantener vigente a este medio de comunicación escrito, considerado un verdadero patrimonio de los orureños.

Hoy por hoy, con el dolor en el alma por la pérdida de nuestros amados padres, pero con determinación y fuerza, asumimos el reto de continuar con esta labor quijotesca de mantener con vida el diario de todos los orureños, pues es un legado que supone mayores retos, pero que no queremos ver perdido por el esfuerzo, sacrificio y cariño que pusieron nuestros antecesores por mantener a una sociedad bien informada con responsabilidad y ética.

Fuente: LA PATRIA
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