Sábado 18 de marzo de 2017
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El secretario de Cultura del municipio paceño, Andrés Zaratti, de manera regular invita a su despacho a gestores culturales, a artistas diversos desde danzarinas a bufones callejeros, para escuchar sus sugerencias e intentar en lo posible diseñar sus planes de trabajo atendiendo a todos ellos.
La tarea es muy compleja, con presupuesto siempre insuficiente- aunque sea el mayor del país para el arte- y escenarios disputados, pero Zaratti ha logrado combinar lo que quieren los pintores o los jóvenes actores, los folkloristas. El esfuerzo de escuchar a los demás le ayuda a tener éxitos compartidos.
El ex ministro de Cultura, Marko Machicao, para muchos fue sólo el ministro del Dakar; olvidan que fue una autoridad serena, sin ánimos de confrontación y que supo oír propuestas de los sectores creativos. Un hecho ilustra aquello. ?l mismo anunció que los más importantes museos nacionales pasarían a la tuición de su despacho, dejando de depender de la Fundación Cultural del Banco Central (FCBC). Las primeras reacciones le advirtieron que era mejor consultar a las regiones. Personalmente y con sus principales colaboradores escuchó los argumentos contrarios a su idea. A tiempo cambió de estrategia y dio un paso atrás. Una decisión que significó evitarle un nuevo frente de batalla al Gobierno central, sobre todo en Potosí.
Las actuales autoridades de la FCBC han seguido ese mismo camino y para varias iniciativas han reunido a gestores, artistas y periodistas culturales para tomar en cuenta las ideas de quienes se encargan de llenar salas de exposición, teatros, galerías. Es posible que algunos tengan exigencias estrambóticas, pero en general priman los criterios experimentados y con sentido común. ¡Cuánto mal le hubieran ahorrado al Archivo Nacional, los ex directivos que destituyeron a Marcela Inch por un capricho político, si hubiesen escuchado a los investigadores nacionales e internacionales!