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Domingo 12 de marzo de 2017

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Revista Dominical

Así es Oruro (Con identidad - Sin utopías)

12 mar 2017

Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz Poeta-escritor

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PROLEGÃ?MENO

El principio fundamental de la lógica tradicional es la identidad propiamente dicha, por lo que hace a un conjunto de circunstancias que distinguen en este caso a esta ciudad-capital de las demás ciudades con sus encantos en cada una de ellas, siendo nuestro hermoso y magnífico país, conteniendo en sus entrañas un patrimonio no solo cultural sino patrimonial y folklórico. Así todas nuestras ciudades como Oruro y Potosí deberían haber sido declaradas desde tiempo atrás, como patrimonio no solo oral si no físico de la humanidad. Por lo que este campanario cuya denominación proviene de la torre del Santuario del Socavón, característica que nos distingue por ser el punto central de la mayor festividad pagan-religiosa como es el carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad en honor a la Virgen de la Candelaria o Virgencita del Socavón. Esta ciudad es idéntica a ella misma, no existe otra.

Por otra parte, si nos referimos a diferentes modelos de conformación (Hablando de Utopías), Oruro está asentada en esta planicie andina, no por casualidad, sino por la divina providencia con porvenir floreciente antes y después de su fundación, mientras se dice que las utopías plantean un porvenir incierto y hasta fantástico, pues las utopías contienen una acerva crítica al lento desarrollo y progreso de cierto jirón patrio, con soluciones radicales fuera de la existencia cotidiana y ese aspecto sumamente radical define de lleno a una utopía. De lo que sí estamos de acuerdo de que el Estado debería ser más benevolente con ciertas regiones y ser más justo al ciudadano para que sea más virtuoso.

PROSA PARA UN

AUTORRETRATO DE ORURO

"Fuente aurífera, fundida y moldeada en brillante moneda, tesoro del pasado; lugar grabado, expuesto a la luz que irradia el Faro del Conchupata, de apacibles noches, yace una misma mirada, pedazo de cielo en el firmamento, noches sin sueño, paseando sobre la grava y arcillas quietamente inhiestas, mezcladas con el filamentoso mineral extraído, de las entrañas de las minas aledañas, cual tramas con luces fantasmales de quimera, rozan suavemente las sombras de la noche. A la luz de los primeros rayos de sol, de madrugada se siente a cierta distancia, cerca al Mercado de Flores, el aroma del delicioso api de dos colores rojo carmesí y amarillo de las florecillas, que adornan el altar de la Virgen. Circundan en derredor Dunas de Arena de formas irregulares y de aspecto cuneiforme. Oruro, luminoso destello de la paz del corazón".

SU ATRACTIVA IMAGEN

Oruro, es locura eterna de todo poeta en noches de luna; es la savia de añejos árboles de sus plazas y sus emblemáticos parques que inspiran nobleza y espiritualidad. Añejos árboles cuyos follajes forman verdaderos corredores y pasadizos para el paseo y esparcimiento de los transeúntes y parejas de enamorados. Oruro siempre ha sido y será simiente de esperanzas y expresiones literarias donde está presente la tertulia. Inconfundible refugio de escritores amantes del amor y calidez de esta bendita tierra. "Desde que era pequeño, este jirón ya era grande", comenta un conocido escritor porque tenía la certeza; primero, de conocer Oruro y segundo porque en estas entrañas, rememoraría todo el entorno que invita a soñar con el embrujo de esta tierra y plasmar en letras de molde, su cultura, la tradición multifacética que rodea y el folklore que es único en su género.

Por todo ello, Oruro es la parte del mito con el tío de la mina y las deidades que rodean la ciudad. Esta ficción alegórica es parte del sincretismo, en especial en materia religiosa, entrelazada con lo arcano o cosa secreta; es decir, cosa inaccesible a la razón, pero que es objeto de fe y devoción con ceremonias de culto a todas las divinidades, las cuales son parte del fastuoso carnaval. Por otra parte, Oruro en su entorno reúne detalles sutiles en sus diferentes monumentos históricos y a la vez rasgos en alegoría como verdaderos adornos representativos que adornan la ciudad como el Faro de Conchupata; los Querubines que representan cada uno de los espíritus celestiales, caracterizados por la plenitud de ciencia, con que ven y contemplan la belleza divina (Niños de singular belleza).

APACIBLES TARDES DE

ESPARCIMIENTO

Oruro, bañada de misteriosos rayos cósmicos donde los atardeceres motivan a su gente a disfrutar en algarabía de templada temperatura, recorre la ciudad con destino a diversas actividades, con una realidad virtual, llenando las calles en un característico murmullo y ruido de una ciudad capital. La 6 de Octubre es aún sin duda la calle que controla el movimiento de vehículos y peatones, por ser el eje troncal; luego está la Bolívar que enlaza la atractiva plaza 10 de Febrero, donde en sus inmediaciones está la red de la banca privada; el edificio de la Gobernación y dos edificios de la Honorable Alcaldía Municipal.

Paseando la Bolívar hacia el oeste, está cerca del Santuario de la Virgen del Socavón; hacía el este el mercado Campero; cuadras más abajo el mercado Bolívar (los dos mercados repletos de gente). Al Noroeste se encuentra el mítico mercado Fermín López, denominado así, por sus leyendas y tradiciones costumbristas del pasado llenas de remembranzas (Glorias del pasado). Hoy solo quedan los deliciosos helados de canela, conocidos por propios y extraños degustando por su sabor y frescura únicos de la región.

MISTERIOS Y SECRETOS QUE GUARDA LA CIUDAD

La magia guarda secretos con misterios inenarrables; ya que alumbra la mente del polifacético intelectual, de variadas narraciones literarias inspiradas en los museos y monumentos de esta bendita tierra, y creando prolíficos intelectuales poetas y escritores, narradores y ensayistas, gracias a sus interminables tertulias, exposiciones de sus obras y magníficos coloquios. Expediente empastado para la posteridad; pues, son el referente más cercano que se acomoda perfectamente y con toda nitidez a lo que es hoy Oruro, hecho de cultura y forjado en letras de molde. Oruro, así sella su historia como obra de la creación de la madre naturaleza divina. De benignas y selectivas facetas de clima templado a frió, en medio de la altiplanicie andina, surge como una de las ciudades más memorables de toda la región, gracias a la templanza de su gente, del gringo y del gitano, tiene dentro de sí un relato de crónicas, varias que revelan la ingente cantidad de riquezas depositadas en su seno y que gracias a las cuales fue una de las villas más prósperas que perduró hasta mediados del siglo XX.

Oruro es fuente histórica inestimable acerca de la vida, costumbres, tradiciones y religión propiamente dichas: Así vuela la imaginación y ensueño, se divisa en las sombras de las noches etéreos capiteles moldeados de hermoso colorido de variada horizontalidad de y hacia la Candelaria. "Brillante Esmeralda" de destellantes rayos de luz, alumbran hacia las estrellas el Aura casi alcanzando en las frías noches, el horizonte que une el cielo con la planicie Andina. Es una maravilla cósmica esparciendo anatómicas luces en vibrantes y coloridos destellos que emanan de miles de carrozas de fuego en un círculo concéntrico donde convergen todos, casi todos los rincones que guardan los secretos inolvidables del pasado y presente llenos de gloria.

Finalmente; otra de las características particulares con que cuenta esta tierra que nos vio crecer y disfrutar de su hospitalidad como ninguna otra, es la majestuosidad e imponente imagen de la Virgen de la Candelaria, admirada a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, de maravillosa cosmogonía, belleza en la cual resalta el fulgor que irradia en derredor, depositando la fe devocional hacia su devoto pueblo cristiano.

En la actualidad, diferentes monumentos representativos entre la historia del pasado, de leyenda ancestral o de alegoría del presente, están en periodo de revitalización que en lo posterior "Renovarán la imagen de Rotondas, avenidas, parques, plazuelas y por qué no de toda la ciudad-capital".

En palabras expresivas, Oruro guarda imágenes del pasado que la hicieron grandiosa; por el contenido que representaban, muchas se conservan, otras por el paso del tiempo se fueron esfumando o perdiendo, pero queda en el recuerdo y en los anales de la historia de una ciudad pujante, forjando nuevas conexiones, con un nuevo ritmo de vida, que perdura hasta hoy.

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