"Fuente aurÃfera, fundida y moldeada en brillante moneda, tesoro del pasado; lugar grabado, expuesto a la luz que irradia el Faro del Conchupata, de apacibles noches, yace una misma mirada, pedazo de cielo en el firmamento, noches sin sueño, paseando sobre la grava y arcillas quietamente inhiestas, mezcladas con el filamentoso mineral extraÃdo, de las entrañas de las minas aledañas, cual tramas con luces fantasmales de quimera, rozan suavemente las sombras de la noche. A la luz de los primeros rayos de sol, de madrugada se siente a cierta distancia, cerca al Mercado de Flores, el aroma del delicioso api de dos colores rojo carmesà y amarillo de las florecillas, que adornan el altar de la Virgen. Circundan en derredor Dunas de Arena de formas irregulares y de aspecto cuneiforme. Oruro, luminoso destello de la paz del corazón".
Por todo ello, Oruro es la parte del mito con el tÃo de la mina y las deidades que rodean la ciudad. Esta ficción alegórica es parte del sincretismo, en especial en materia religiosa, entrelazada con lo arcano o cosa secreta; es decir, cosa inaccesible a la razón, pero que es objeto de fe y devoción con ceremonias de culto a todas las divinidades, las cuales son parte del fastuoso carnaval. Por otra parte, Oruro en su entorno reúne detalles sutiles en sus diferentes monumentos históricos y a la vez rasgos en alegorÃa como verdaderos adornos representativos que adornan la ciudad como el Faro de Conchupata; los Querubines que representan cada uno de los espÃritus celestiales, caracterizados por la plenitud de ciencia, con que ven y contemplan la belleza divina (Niños de singular belleza).
APACIBLES TARDES DE
ESPARCIMIENTO
Oruro, bañada de misteriosos rayos cósmicos donde los atardeceres motivan a su gente a disfrutar en algarabÃa de templada temperatura, recorre la ciudad con destino a diversas actividades, con una realidad virtual, llenando las calles en un caracterÃstico murmullo y ruido de una ciudad capital. La 6 de Octubre es aún sin duda la calle que controla el movimiento de vehÃculos y peatones, por ser el eje troncal; luego está la BolÃvar que enlaza la atractiva plaza 10 de Febrero, donde en sus inmediaciones está la red de la banca privada; el edificio de la Gobernación y dos edificios de la Honorable AlcaldÃa Municipal.
Paseando la BolÃvar hacia el oeste, está cerca del Santuario de la Virgen del Socavón; hacÃa el este el mercado Campero; cuadras más abajo el mercado BolÃvar (los dos mercados repletos de gente). Al Noroeste se encuentra el mÃtico mercado FermÃn López, denominado asÃ, por sus leyendas y tradiciones costumbristas del pasado llenas de remembranzas (Glorias del pasado). Hoy solo quedan los deliciosos helados de canela, conocidos por propios y extraños degustando por su sabor y frescura únicos de la región.
Finalmente; otra de las caracterÃsticas particulares con que cuenta esta tierra que nos vio crecer y disfrutar de su hospitalidad como ninguna otra, es la majestuosidad e imponente imagen de la Virgen de la Candelaria, admirada a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, de maravillosa cosmogonÃa, belleza en la cual resalta el fulgor que irradia en derredor, depositando la fe devocional hacia su devoto pueblo cristiano.
En palabras expresivas, Oruro guarda imágenes del pasado que la hicieron grandiosa; por el contenido que representaban, muchas se conservan, otras por el paso del tiempo se fueron esfumando o perdiendo, pero queda en el recuerdo y en los anales de la historia de una ciudad pujante, forjando nuevas conexiones, con un nuevo ritmo de vida, que perdura hasta hoy.
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