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Sábado 11 de marzo de 2017

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Revista Tu Espacio

COSAS DEL AMOR

Cuando te enamores, no lo expliques deja que el amor te invada

11 mar 2017

Fuente: Arantxa Álvaro Fariñas (lamenteesmaravillosa.com)

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Te quiero y no sé la razón, ni sé desde cuándo o hasta cuándo, pero sé que me siento libre, que soy yo y soy feliz, que todos los días dibujo sonrisas. Tú me dejas volar, me haces soñar. Contigo quiero compartir momentos felices o tristes, emocionantes o aburridos, quiero ver cómo la vida fluye, quiero que el amor me invada.

Todos nos hemos sentido así alguna vez, y por miedo, nos hemos hecho mil preguntas: ¿Por qué le gusto yo? ¿Por qué me quiere a mí? ¿Cómo va a ser la relación? ¿Discutiremos? ¿Qué hago si me deja?

Siempre que nos enamoramos, corremos un riesgo. Es un riesgo que nos da miedo, pero no debemos permitir que las dudas o la inquietud invadan nuestra mente y no nos dejen disfrutar del momento. La incertidumbre de que la otra persona no sienta lo mismo o nos abandone, es algo que hay que afrontar con un gran coraje.

Si no vives el momento, si no te arriesgas a sentir algo por alguien, nunca sabrás lo que es estar en las nubes, sonreír todo el tiempo, hacer el amor, sentir la pasión. No hay garantía de que salga bien, ni de que dure más o menos, ni de que la otra persona sienta lo mismo, pero merece la pena.

Cuando te enamores, sentirás que el mundo es diferente, que tu cuerpo es diferente y que todo se mueve a otro ritmo. Hay algunas reacciones o señales que indican que nos estamos enamorando o que ya nos hemos enamorado, y son las siguientes:

Muchas veces vemos en la otra persona lo que queremos ver, quizá lo que nos falta a nosotros o lo que deseamos. Con el paso del tiempo se puede producir un desengaño, cuando la persona que creíamos ver realmente no existe, es distinta y, por lo tanto, no sentimos lo mismo por ella.

También puede ocurrir que veamos a esa persona de una forma mucho más racional, tal y como es, y nos guste, de forma que la relación sea más realista.

Todos tememos que nos rechacen, pero si no lo intentamos nunca sabremos qué ocurrirá. La reciprocidad en el amor es muy complicada, porque influyen muchos factores, hay veces que no es el momento adecuado, hay veces que no es la persona adecuada, hay veces que se huye sólo por miedo.

El miedo es el reflejo de nuestro instinto de protección, es normal que nos acompañe, pero debe tener límites, es importante que establezcamos hasta dónde puede llegar, de forma que no nos paralice.

Nuestro comportamiento ante alguien que nos gusta, nos pone en evidencia. Miramos sin darnos cuenta a esa persona, cómo se mueve, cómo habla, cómo se viste. Nos sentimos invadidos por una gran emoción cada vez que vemos a esa persona, es algo que sientes en el pecho, que te embarga. Nos sentimos torpes, nos sonrojamos.

Dejarse llevar por los sentimientos es una sensación extraordinaria. Es importante vivir el presente, no pensar en el futuro, que siempre es incierto, sino en el aquí y ahora. El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi ha desarrollado el concepto de "flow", que simboliza un estado en el cual nos centramos en la actividad que estamos desarrollando y la disfrutamos.

Para ello hay que concentrarse plenamente en la actividad que estamos realizando, como si perdiéramos la noción del espacio y del tiempo. Por lo tanto, disfruta de tu presente, de lo que sientes en este momento, no te preocupes por cómo te sentirás mañana, porque no lo sabes y el pensar en esa incertidumbre te impide ver este maravilloso momento.

Pero nunca olvides que el amor no implica sufrimiento, no es necesario sufrir por amor. El amor es para disfrutarlo, para vivirlo, para ser feliz y estar contento, para divertirse y conocer sensaciones diferentes. ¿Te atreves a enamorarte?

Fuente: Arantxa Álvaro Fariñas (lamenteesmaravillosa.com)
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