Por supuesto que los más interesados en el tema de la ley de partidos, son los políticos en el país, y entre estos los de la oposición con fines de lograr una mayor participación en el hecho estrictamente democrático de la participación ciudadana en los prolegómenos que tienen que ver con la "cosa pública", en la que por una serie de aspectos negativos actualmente está vedada la incursión personal y menos aún la de organizaciones políticas.
En función a esa necesidad de ampliar el escenario participativo para la comunidad es que se espera la consideración, tratamiento, debate y en lo posible un consenso para poner en vigencia una ley renovada de partidos políticos, que abra el panorama a intereses múltiples de la comunidad buscando una representación que responda a las expectativas de conglomerados sociales que a su vez están empeñados en concretar programas para mejorar sus condiciones de vida allí donde viven y desarrollan su labor cotidiana.
La autoridad del Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó que durante tres meses se recogerán propuestas e insumos técnicos y legales para construir el proyecto de la nueva Ley de Organizaciones Políticas que reemplazará a las normas actualmente vigentes que han resultado obsoletas, según algunos operadores políticos.
Se anticipó que precisamente en este mes de marzo se convocaría a todos los actores del sistema político del país para que sean parte de las mesas de diálogo en las que se diseñará la propuesta de la nueva ley que se enviará a la Asamblea Legislativa, sólo después de que se cumpla un amplio proceso de debate que se apruebe con todos los insumos proporcionados en las diferentes "tiendas" de la política nacional.
Se espera una activa participación de los representantes políticos nacionales para exponer y defender posiciones abiertas relacionadas con la actividad de los partidos, para que estas organizaciones sean realmente la instancia más segura de participación ciudadana, con las garantías suficientes para exponer ideologías, criterios, planes y un conjunto de propuestas dentro de cada tendencia política y su influencia en el pensamiento libre de la colectividad.
El nuevo instrumento legal para la vigencia de los partidos reemplazará a la ley de 1999 y a la complementaria del 2004 que abrió el reconocimiento de "agrupaciones ciudadanas", grupos que sin mayor formación política, sino más bien de interés coyuntural, aparecieron en la contienda electoralista, restando méritos a los partidos y asumiendo responsabilidades de claro interés transaccional, en la búsqueda de "pegas" a cambio del apoyo interesado y claramente manipulado.
La nueva Ley de Partidos será un instrumento que otorgue legalidad a las organizaciones políticas, en ajuste a los fines democráticos que están insertos en la Constitución y que disponen la amplia participación ciudadana, de hombres y mujeres, en la práctica de su derecho ciudadano de asumir responsabilidades políticas, al amparo de disposiciones que garanticen el derecho democrático de pensar, expresarse y elegir libremente.
El nuevo instrumento deberá incluir determinaciones precisas para la fiscalización, transparencia y el futuro uso de recursos financieros para los partidos, que podrán tener origen público o privado, pero estrictamente controlado y asignado en condiciones debidamente reglamentadas. Se trata de esperar una Ley que refrende la vigencia de la libertad, la justicia y la equidad.
Fuente: LA PATRIA
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