Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
En la fila de una droguerÃa caraqueña, donde no hay medicamentos pediátricos pero sà golosinas, se pasan las horas de una madre venezolana que desde la madrugada hace una larga cola para gastar "todo" su dinero en un paquete de pañales y una lata de fórmula láctea que le durará 10 dÃas a lo sumo.
Un trabajador del local dijo a Efe que no tenÃan fórmulas lácteas en su inventario desde hace tres meses y que el incremento en el costo la hace "imposible de pagar".
El precio de la leche de fórmula no está regulado por el Gobierno venezolano como sà ocurre con el de los pañales, en los que el coste de los paquetes desechables de 24 unidades va de los 360 a los 437 bolÃvares (0,5 y 0,6 dólares).
Sin embargo, debido a la escasez de este producto, el incremento en su precio de venta informal alcanza hasta los 28.000 bolÃvares (40 dólares).
"Mi hermana trabaja en la farmacia y consigue los pañales cuando llegan, pero leche no puedo comprar, esas fórmulas son carÃsimas", dijo a Efe Caribay Zabala, una madre de 22 años que se dedica a vender desayunos.
Aun con la ayuda de su hermana, la joven aseguró que ella y otras madres de su familia utilizan pañales de tela porque no les rinden los desechables que encuentran.
Los inasequibles y limitados alimentos no son los únicos problemas con los que lidian las madres venezolanas.
El hijo menor de Betsabet Gil, una joven cajera de un banco privado, tiene tres semanas con alergia en la piel porque que su madre no ha podido comprar un detergente suave para su ropa.
"No hay jabón suave o es importado y es incomprable. (La alergia) le ha durado tres semanas, ha sido un suplicio encontrar las cremas que le mandaron. TodavÃa hay una que no encuentro", relató a Efe Betsabet.
La dificultad de ser madre en el paÃs con las mayores reservas de petróleo del mundo no discrimina entre las edades de los hijos.
Ireymar Peinado tiene un niño de 6 años que ya no toma leche ni usa pañales, pero va al colegio y debe consumir alimentos que le aporten nutrientes para su crecimiento.
Ante la precaria situación en la que viven, el esposo de Ireymar emigró a una isla caribeña donde trabaja ilegalmente y les envÃa un poco de dinero.
Ella explica que su esposo "cuando puede" manda unos 50 dólares mensuales, monto que, dijo a Efe, se le va "como agua entre los dedos".
"TenÃamos un negocio y he tenido que vender los equipos para poder sobrevivir, para comprar comida", relata la profesional de 29 años, que dice tener el tÃtulo "de adorno" porque ser madre ha consumido todo su tiempo y dinero.
En la casa de Ireymar no se come carnes ni embutidos porque "son muy caros" y, entre lágrimas, explica que ha pensado retirar al pequeño del colegio porque exigen cosas que ella no puede proporcionar.
"En el colegio todas (las madres) estamos morosas. O pagas el colegio o comes. Estoy pensando en sacar al niño porque me exigen merienda y muchas veces no la tengo, y no voy a dejar a mi niño viendo cómo comen los demás", explicó.
Como Betsabet, Ireymar y Caribay, muchas mujeres venezolanas ven su labor de madre como un acto de "supervivencia".
Fuente: Caracas, (EFE).-
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.