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Domingo 05 de marzo de 2017

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Revista Dominical

Entre la historia y la ficción

Verídica y única muestra del Carnaval en Oruro Capital del Folklore Boliviano

05 mar 2017

Por: Aníbal Abel Alarcón Caparroz

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Atávica maravilla que entona la grandeza escondida muestra del abolengo del pasado, con natural apertura en la presentación del antruejo, sensible realidad natural en el presente, enarbolando de todos lados luminiscentes destellos que emanan de doradas tramas multifacéticas con tenaz y sonoro ruido de encandilante música, al paso fervoroso y alzando al cielo, arpegios que colman el ambiente de emoción, que se elevan atrayendo en momentos sonoros exquisito manjar de míticos dioses, comunicando al unísono la inmortalidad del "Fabuloso Antruejo", a devoción de la Mamita Candela.

?pico, excepcional, desbordante destello de luminiscente luz en la faz de la altiplanicie andina, brillando en estas alturas con miles de orlas perladas, mientras las estrellas relumbran a su paso y la bruma despeja el multifacético y colorido trayecto, es el inicio de esta festividad con los primeros rayos del sol, cuando: "Emerge el Encanto Despertar del Día que Ilumina la Vida". Es el regalo en poder del imponente Arcángel que arrastra la tropa en desbordante paso del Lucifer, seguido de decenas de bengalas de filigrana a paso de jifero ditirambo.

Es la primera diablada explayando espuelas laberinto de fugaces estrellas, diversidad de astas en multifacéticas caretas jalando columnas zigzagueantes de la tropa, mientras en incesante tintineo de la vetusta campana anuncia el inminente inicio del antruejo. Es mágica danza de espectacular paso, pléyade gestos de elogio, dejando romper al compás en característico ritmo con sorprendentes y atractivas figuras y a la vez, gestos diabólicos de infinidad de caretas. Es el crujir de espuelas brotando chispas de garbo, encanto ecléctico singular y simpático de las Chinas Supay, atrayentes simpáticas y coquetas en el salto de paso perfecto "A ritmo de Averno", emergiendo en raudo movimiento hacia el Santuario, en derredor agolpadas y múltiples pupilas observan maravilladas el paso hasta el encuentro donde aguarda la imagen, "Ícono de la Virgen Inmaculada".

Así, Oruro, Capital del Folklore Boliviano, vive momentos con destellos luminosos de éxito con la magistral y única en el mundo "Entrada Folklórica a Devoción de la Virgen del Socavón", patrona de esta festividad. Son dos maravillosos días sábado y domingo colmados de magia y fantasía, donde ésta manifestación cuya característica pagano-religiosa donde se entrelazan reflejando el orden cósmico del pasado ancestral con el presente virtual, conservando las costumbres y tradiciones hechas cultura, siendo el punto de inflexión nuestra capital de donde se expone al mundo entero al "Detener el tiempo?", "Otorgando el placer a los ojos", admirando la maravillosa muestra de fe, devoción todo enmarcado como adagio de un sinnúmero de ritmos musicales, garbo y danza llenos de folklore.

De esta manera, esta tierra se engalana de fiesta creciendo nuestra grandeza orureña. El Carnaval de Oruro, es inmanente porque permanece intacto; es decir, inherente a algún ser o inseparable de él, lo mítico y religioso fundiéndose en una sola figura la imagen devocional de la Candelaria; es constante, imperecedero e inmaterial por tener rasgos místicos o espirituales, con lo mítico de leyendas y tradiciones denominado: "Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad".

Capiteles de calmosa horizontalidad emergen, mientras la imaginación se ilumina y despliega en derredor siluetas brillantes, cuál si fueran luciérnagas en vuelo rasante acompañando el ritmo cadencioso de la melodía vernacular, danza en torno a la "Bondadosa Nobleza de la Virgen", digna presencia que encaja "En el Atril del Altar del Santuario". Suave ritmo acompaña oyéndose a lo lejos con trompetas, tubas, tambores y platillos entonando rítmicos símbolos de carnaval, colmando todo el entorno. Es estereotipo de perfecta belleza única en el mundo, donde el Lucifer rinde pleitesía a su patrona "La Mamita del Socavón", eterna presencia inmaculada de porvenir infinito, aventando humo blanco de incienso que emana de los dragones de la careta, de la dentada boca y pronunciados, saltones y vivaces ojos rodeados de luminosos espejuelos. Ese es el diablo que resurge de la profundidad, de los parajes de la mina; en extraña petición hincado a los pies de la Candelaria, para no regresar a ese submundo en espíritu quimérico.

El carnaval es la simbiosis entre lo oculto y lo popular, es la victoria de la fuerza y el valor; es la mística lucha del bien y del mal; es la derrota heroica; historia como transición del pasado reciente hacia el presente de maravillosa muestra y danza. Es el desencanto del mal y el origen del bien; es cuanto más oscuridad hay, más se ilumina la mente entre dos universos paralelos; -donde el tío de la mina mora en la penumbra- y la Virgen que se asienta en el Pináculo del Altar. Es la vivencia de segmentos de magia convertida en realidad, con rasgos culturales sin límite alguno.

Es genuina representación coreográfica con arpegios de seducción a todo dar; resaltan muestras de fe y devoción como ofrendas subjetivas hacia la sagrada imagen. De misterios no resalta ninguno, es vivencia sui géneris en la comunión de cánticos y notas musicales con matices festivos. Ese es nuestro carnaval con imágenes polifacéticas y ejes culturales eclécticos como muestra palpable de nuestro pequeño ser interior al mundo entero?, con abrazante lumbrera envolviendo el entorno de pintoresco ambiente con disfraces a modo de barriletes expuesto a la luz del día brillando cuál fugaces sombras escondidas en diminutas figurillas que adornan el disfraz del moreno.

A la vez detalles sutiles ocultan los ojos de la vivaz figura de la morena, engalanando el colorido paisaje reflejando en sus ojos de los que admiran el garbo en su silueta con míticos tonos torneados en la planimetría orureña. Inconmensurable y vasta planicie andina intersticio o espacio colmado de fiesta, observando mirillas alidadas con pinolas o varillas a modo trapezoidal; pasión en armonía subliminal, atenta para espectar de inicio "El Maravilloso Espectáculo de Danza Coreográfica". Oruro, es tradición, devoción y fe.

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