Daniel Tórrez, un bailarín boliviano de mucha altura

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LA PATRIA

Hablar de danza en Oruro, Capital del Folklore de Bolivia son palabras mayores, pero sobre todo en lo que se refiere a danzas tradicionales, donde muy poco espacio tiene otro tipo de manifestaciones de este arte, como el baile de salón, la salsa, bachata u otros géneros, por ello la importancia de artistas como Daniel Tórrez Ponce, quien rompe estos esquemas y se convierte en un gran referente boliviano de este tipo de expresiones.

El 2008, sabiendo de las dificultades que significaría ausentarse de su país, para seguir un sueño, Daniel decide embarcarse en una aventura rumbo al país del Norte, para quedarse por más de nueve años en Estados Unidos y aprender con los mejores de la danza.

"Soy un boliviano que se siente orgullosísimo de serlo, a pesar que abarqué un muy buen terreno acá y he logrado reconocimientos, no me siento ya un triunfador, no todavía. Me siento muy bendecido de haber tenido la oportunidad de no sólo demostrar mi talento y hasta dónde puedo llegar, sino también de haber podido difundir de manera correcta nuestro enriquecido folklore. Me considero un boliviano, quirquincho de corazón", refleja Daniel.

Actualmente es profesor y coreógrafo en la academia de danza Katushia en Oruro, junto a otro reconocido coreógrafo como es Fernando Gómez, quien le abrió las puertas y le dio sus primeros pasos de danza en esta institución en 1998, de ahí adelante no paró de soñar.

Todavía sigue compartiendo sus experiencias en La Paz y Cochabamba, donde es muy querido, además que sigue enseñando su especialidad, la salsa y la bachata, en clases semanales en el Ballet Katushia los días miércoles, para continuar cosechando logros. Además de apoyar en el Ballet de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), con quienes espera continuar difundiendo la cultura boliviana hecha danza en otros países.

Fuente: LA PATRIA