Edwin Guzmán Ortiz. Oruro, 1953. Escritor, poeta y crÃtico de arte. Ha publicado en poesÃa: De / lirios (1985), La trama del viento (1993), Juegos fatuos (2007). Es coautor con Alberto Guerra de la antologÃa La poesÃa en Oruro (2004)
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Con la matraca en alto y el cuerno en la siniestra, el paso nos conduce a nosotros, a nosotros que miramos, allá en la Plaza del Socavón, la �usta del Santuario.
Danzad para ahuyentar los maleficios, para anudar el dÃa y la noche, danzad que la tristeza no deja de fundar una esperanza subversiva, un interregno de placer donde la voracidad de lo desconocido nos erige en un poema heroico:
Hemos aprendido a vivir transitando estas reconditeces. Algo de coca, vino, mineral y sangre nos desvela. Mientras las tubas salmodian imbatibles melodÃas, la boca recita fervorosas promesas. La vida y la muerte, el pasado y el futuro, el cuerpo y el espÃritu, el cielo y el infierno se agitan en el sudoroso semblante.
El cuerpo cimbreante ya no nos pertenece, sus apetitos se consuman en la vehemencia plural. Resplandor y deseo nuestro tránsito.
Y si hay devoción y aguardiente y lo otro, el Ãntimo incólume se prosterna máscara a la redonda.
Soy el liberto mayestático, el achachila erotizando su jadeo entre dos reinos, soy el sueño que suda la máscara y se perla en su denodado tránsito, soy la comba en que se instauran preces angustiadas.
Por las ranuras de la máscara espÃo la exultación del prójimo. El escarceo de su humanidad empuñando otro cetro de hirsuta algarabÃa. Y el deseo que maquilla sus ficciones, para abrirle con puñal de obsidiana el pecho al protocolo. Santiguándose la panza los corifeos de la fanfarria, agitan las fámulas, reinventan su carne manchada por la rutina y dan de comer y beber a quienes les dan de comer y beber con un sonido de trompeta y un olor a eternidad.
Entre la cara y la careta hay una jeta de distancia. Me hundo en la licuefacción de los sentidos. Lenguas de fuego que se aferran a lenguajes de juego, las botas han crecido hasta ahorcarme, un aliento tibio y turbio es traspasado por el aliento de una idea:
La plenitud es la mejor venganza contra la muerteÂ?
"Carnaval de Oruro, lo mejor del mundo"� Mi voz estalla en un ¡carajo!
Venal el sopor como una alegorÃa,
mientras el jadeo remonta el suspiro,
el socavón ritma el alma de la respiración,
el corazón/ la matraca/ el paso
y el pestañeo ebrio de la tarde.
La ñufla es un don para quien enciende velas al crepúsculo. Y entre oblaciones, ovaciones, filmaciones, confusiones y delectaciones, como un bruñido astro cuyo asunto es este mundo, la banda Poopó, Poopó, la banda Poopó, Poopó.
Afuera, la estrella de la mañana refleja un atardecer antiguo.
Cae la máscara
y alguien retorna con la mirada inocente
al corazón del silencio.
El Risiri
Demasiado oscuro el dÃa para abrir los ojos. Mientras la temperatura de la fe se asume como una lluvia recóndita, el corazón del deseoso invade la fragorosa memoria que divaga imprecisa en el otoño en la sangre. El cielo parece un ayllu, la oración un cifrado monumento donde el sol se posa como un ave.
Orar es reinventar un cielo posible, construir un dios con algo de barro y melancolÃa. Ser sed, tornarse horizonte bajo el peso de la desmesura.
Y asà tu vida, más aquà de la mistura y el huayño jubiloso es un vagabundeo entre chirriantes oscuridades, sobre la escala relampagueante que convoca a los muertos desde sus terrosas voces.
Y asà tu vida, con el mundo repartido en la piel y el tintineo del sol colándose entre los poros del atardecer.
Palpas las quebradizas hojas de la coca escuchando inacabables voces, vientos cuyos colores ignoras y que bien podrÃan ser los dones de algún dios olvidado.
Palpar es ver, y ver es acoger la creación con asombro y rabia: ese espejo trizado en cuyas entrañas el fuego declama cual histrión proclamando la carcajada del absurdo.
Tu voz extraviándose en tu voz, vistiendo la ventisca sigilosa de tu cuerpo con un aire de resurrección.
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.