Lunes 27 de febrero de 2017
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Editorial y opiniones
El asesinato de Charlie Hebdo y los humoristas
27 feb 2017
Raúl Pino-Ichazo Terrazas
Abscheulich es en alemán es el equivalente semántico del vocablo español repugnante, que nos infiere un sentimiento de rechazo hacia una persona o grupo o casa por razones morales; y la moral con las digresiones que hizo Nietzsche con su "superhombre", definiendo a la moral católica como una moral tÃpica de esclavos nacida en el sentimiento de la debilidad que, naturalmente es una falsificación de valores. Este filósofo, Nietzsche, ensalza unilateralmente los valores biológicos y falsifica, no con mucho resentimiento, el verdadero sentido de la moral cristiana, pues en esta, como única en el mundo, se unen la humildad, como voluntad de jerarquÃa de los espÃritus situados debajo de Dios, actitud propia de la imperfección humana, con un santo sentimiento del propio valor. Ese amor se funda en el reconocimiento de la dignidad espiritual de la persona.
Lo precitado sirve de introducción para meditar sobre el repugnante crimen del humorista europeo Charlie Hebdo, hace un par de años. ¿Por qué -se pregunta el lector- irrumpe la demencia criminal para atentar y privar de la vida a un periodista humorista, y por qué, en el mundo actual, siguen en peligro de muerte otros humoristas?, porque, para los dogmáticos irrefrenables no es inteligible la labor intelectual y gráfica de un humorista, que es la persona que tiene por oficio provocar la risa del público, empero, esta es una definición prosaica, pues además genera la reflexión del ciudadano y la asunción de la realidad a través de del ingenio gráfico y de texto; el humorista capta como ninguno el aspecto irónico, cómico, histriónico y lacerante de los personajes desvelando la realidad.