Lunes 27 de febrero de 2017
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Hay una "enfermedad" que acorta la vida más que la obesidad, el alcoholismo y la hipertensión; que no se diagnostica ni se trata especÃficamente; que no está en el punto de mira como un factor determinante de la saludÂ? Se trata de la pobreza, según un estudio publicado por la prestigiosa revista médica The Lancet.
Los cientÃficos detrás de este macroestudio, hecho sobre 1,7 millones de personas, denuncian que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no incluya a la desigualdad en su agenda. Más cuando cada año la brecha de la desigualdad sigue en aumento y a pesar de haber obtenido datos que demuestran lo nociva que resulta para tantas vidas.
"El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo. Sin embargo, las estrategias de salud global no consideran las circunstancias socioeconómicas pobres como factores de riesgo modificables", denuncian en su estudio los cientÃficos, que forman un equipo de más de treinta especialistas de instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Columbia, el King´s College de Londres, la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Imperial College de Londres.
"No se ataca este factor porque no interesa", afirma Manuel Franco, epidemiólogo de la Universidad de Alcalá de Henares, especialista en cómo afectan los factores sociales y ambientales en la salud. "Sabemos que hay factores estructurales que perjudican la salud, pero las autoridades no quieren atacarlos. Es importante que los autores muestren que el factor socioeconómico importa, e importa tanto como los que señala la OMS".