Como lo han calificado los estudiosos, sin equívocos o idolatría, no hay ninguna referencia de otro hecho significativo como el Carnaval de Oruro, en ninguna otra latitud geográfica andina y de nuestro continente, que muestre la refulgencia de este acontecimiento devocional, folklórico y tradicional.
Por algo el Carnaval de Oruro ha sido reconocido como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, título otorgado por la Unesco luego de un amplio estudio de las características inconfundibles e inigualables que contiene en su esencia religiosa y en la simbiosis de su valor terrenal, el respeto por la Fe en la Virgen del Socavón y simultáneamente en el paganismo que se practica con el reconocimiento de los seres del averno, que se rinden ante el Arcángel y se postran de rodillas a los pies de la Madre de Dios.
Los orureños, naturales de ésta tierra ubicada a 3.706 metros de altura sobre el nivel del mar en la zona occidental de Bolivia, se convierten en estos días en orgullosos y felices anfitriones para recibir a miles de visitantes, procedentes del interior del país y del exterior, que han decidido convencerse de las virtudes que han hecho de este carnaval la muestra incomparable de fe y tradición.
Hay necesidad de enfrentar cada año el crecimiento del evento, mejorando sus condiciones y tratando que las mismas se vayan adecuando a la exigencia propia de los actores naturales de la festividad, ciudadanos hombres, mujeres y niños que se preparan con mucha anticipación para entregar todo su esfuerzo y voluntad en un sábado de peregrinación, el hecho más importante del carnaval, con una presencia de miles de danzarines que se agrupan en más de medio centenar de conjuntos que demuestran la variedad sin parangón de tradiciones y folklore, sobresaliendo en todo caso, tradiciones como las que dan paso a la diablada la danza espectacular que es la esencia misma del sentido devocional de quienes prometen su danza y esfuerzo a cambio del milagro que devuelva la Virgen y que se patentiza en mejores condiciones de vida, con salud, con armonía, con la felicidad en hogares de creyentes en la simbiosis que será admirada en estos días
Y el carnaval de Oruro no es sólo danza, es también una demostración ostentosa de la riqueza que en el pasado significó el alarde de una tierra riquísima en minerales y cuyos beneficios traspusieron fronteras para alimentar la riqueza de otros lares. Plata y estaño en épocas diferentes, el oro de por medio en todos los tiempos, alentaron el crecimiento de la nación y enriquecieron arcas ajenas, mostrándose esos hechos en muestras especiales que recorren la ruta de carnaval en "cargamentos" y que en los días posteriores se observa en "arcos" de plata, como parte de tradiciones firmes que le dan a Oruro un toque de realeza para verla, tocarla y sentirla en la maravillosa demostración abierta a los miles de curiosos visitantes ávidos de empaparse en ese despliegue de colorido y belleza, que se impregnará en la retina y el corazón de los bienvenidos a la Capital del Folklore de Bolivia, otro título que ostenta este pedazo geográfico del altiplano boliviano.
Será un día posiblemente dos o más para que nuestros distinguidos visitantes tengan plena vivencia de un hecho de inimitables características. Les deseamos lo mejor en su estadía y les pedimos disculpas por cualquier incomodidad, propia de la magnitud de un refulgente carnaval. Gracias por su grata presencia.
Fuente: LA PATRIA
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