Créditos productivos en Oruro

Una reciente información del Banco de Desarrollo Productivo (BDP), señala que entre las gestiones del 2007 al 2016, un lapso de nueve años, canalizó la entrega de más de 132 millones de bolivianos, en condición de créditos productivos con destino a 3.155 unidades productivas del departamento.

Es poco lo que se sabía al respecto, pero los ejecutivos del BDP señalan que del total de esa cartera crediticia, más de 97 millones de bolivianos favorecieron a productores del rubro de alimentos, lo que se traduce en un beneficio para más de 2.450 pobladores rurales de Oruro.

El sector textil lastimado por la competencia abierta del contrabando de prendería usada y ropa china, pudo mantener algunas de sus unidades productivas más de 120, utilizando en partes proporcionales más de seis millones de bolivianos que están en curso de pago.

Durante mucho tiempo dirigentes de algunos gremios reclamaron asistencia financiera para impulsar centenares de unidades productivas, pero se estrellaron con barreras burocráticas exigidas en la denominada red bancaria, lo que les imposibilitaba acceder a créditos específicamente productivos, retrasando emprendimientos o directamente empujando a los frustrados empresarios a reducir y postergar sus proyectos o de manera más radical, al cierre de varias unidades, en algún periodo con características de verdadera alarma.

El sistema financiero de manera general, hasta hace algún tiempo atrás mantuvo sus características de exigencias "muy duras" para acceder a créditos de orden productivo, lo que ahuyentó a buena cantidad de emprendedores que por los detalles conocidos prefirieron alinearse en la informalidad como una solución a su necesidad de trabajar y subsistir.

Esa realidad vigente en el país, con un enorme contingente de ciudadanos propiamente marginados de la red bancaria, imposibilitados de cumplir exigencias en materia de garantías y en materia de tiempo suficiente para recuperar una inversión y cumplir obligaciones crediticias, motivó la acción de cambio en algunas entidades bancarias que optaron por dirigir sus programas crediticios, justamente a los más necesitados, logrado un éxito de operaciones y una respuesta de alta responsabilidad que redujo al mínimo porcentaje las cuentas de insolvencia.

Entre la "nueva línea" de banca social, hay entidades que han creado planes especiales para favorecer a empresarios de la pequeña y mediana industria, lo mismo que a los artesanos y sectores gremiales que pueden canalizar ciertos montos financieros para desarrollar sus tareas productivas, impulsar algunas nuevas y sostener fuentes de empleo como la referencia que se hace de haberse otorgado en Oruro más de 18 millones de bolivianos para más de 400 operaciones una mayoría en municipios rurales.

Está visto que los cambios que se imponen en la red financiera, con una visión de amplitud social en su funcionamiento, demostró que hay creatividad para desarrollar novedosos proyectos y responder a la confianza financiera de entidades que saben colocar sus recursos para alentar el crecimiento del sistema productivo nacional. En el caso de Oruro, está visto que hay más emprendedores con visión de seguro desarrollo.

Fuente: LA PATRIA