El personal siempre parece afanado por disponer de tiempo. Tiempo para hacer cosas, para ir de un sitio para otro y, con no poca frecuencia, simplemente para "matarlo" o para "pasarlo". Eso es, al menos, lo que solemos decir con absoluta naturalidad: "aquà estaba entretenido, "matando el tiempo", o "sÃ, ya ves, pasando el tiempo"Â?
Y muchos siglos antes que Kant, en el IV a de Xto., Aristóteles definió el tiempo como "medida del movimiento, según lo anterior y posterior". Es decir, el tiempo, mi tiempo, valga como ejemplo, vendrÃa a ser como una especie de gran armario imaginario donde yo he ido colocando, de forma más o menos ordenada, lo que a lo largo de mi vida me ha ido aconteciendo.
El hombre sin vida interior acaba siendo vÃctima de lo que le rodea. Sólo aspira a "llenar" su tiempo, como si de un vulgar armario ropero se tratara, en lugar de saborearlo, de experimentarlo, de vivirlo. Como si el simple hacer cosas, el zascandilear de un sitio para otro nos garantizara el tesoro de una vida plenamente realizada. Afanados en hacer cosas, incluso cosas buenas, perdemos de vista que lo realmente importante es lo que llevamos dentro, lo que "somos", mucho más que lo que hacemos.
Pero el ser humano que medita, que aprende a mirar hacia su interior, que no tiene miedo al silencioÂ?, acaba conectando con lo más profundo de sà mismo, experimentando, desde ahÃ, la fuerza de una poderosa libertad interior que le inmuniza frente a los riesgos de una vida volcada hacia el exterior, tristemente enajenada. Ya no sentirá la imperiosa necesidad de "hacer cosas" para llenar su tiempo, de añorar un pasado que no existe o de perderse en ensoñaciones de un futuro incierto. Vivirá instalado en el presente y el constante y paciente trabajo sobre sà mismo le permitirán vivir reconciliado con la Vida, con el eterno presente que constituye, no hay otro, su más preciado patrimonio.
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.