El peligro de los perros sueltos

Los perros son un peligro cuando están sueltos y más aún si son parte de jaurías que se encuentran en las calles más céntricas de la ciudad y en mayor cantidad en los barrios periféricos, donde los vecinos están en permanente peligro.

El pasado mes de enero el Programa Departamental de Zoonosis ha recibido una innumerable cantidad de reclamos y denuncias de parte de alarmados ciudadanos ante la incontrolable cantidad de canes sueltos, la mayoría sin dueño y por lo mismo sin la vacuna antirrábica que sea parte de la seguridad que la gente necesita en caso de mordeduras de estos incontrolables animales callejeros, desesperados además en busca de alimento o en persecución de una hembra, causas que hacen altamente peligrosos a estos animales que deambulan sin ningún control por nuestras calles.

Frente al grave problema que representa la presencia de centenares de canes sueltos, urge la aplicación de un programa drástico que elimine el mal, por la vía más severa, pues se trata de poner en la balanza la seguridad, la vida de las personas, frente a la de los perros sueltos, así de claro y contundente.

La ciudadanía responsable entiende el problema y espera que las soluciones sean efectivas, las mismas no van contra las mascotas reconocidas, vacunadas y bajo cuidado de dueños responsables, no deambulan en las calles y están fuera incluso del peligro de ser atacadas por los perros sueltos.

Este problema es realmente dramático, merece soluciones extremas, considerando que sólo al comienzo de la gestión en curso y en cuatro semanas de vigilancia epidemiológica, se registraron 13 casos de rabia canina, lo que implica un riesgo de pasar a epidemia si no se controla su origen que está en las mordeduras de los canes sueltos. Lo más grave de los datos, señala que de 13 casos, 11 corresponden al municipio de Oruro (ciudad) y los otros dos a localidades del área rural.

El Programa de Zoonosis del Servicio Departamental de Salud, menciona tres acciones para evitar la proliferación peligrosa de canes. Una consistiría en prohibir la venta de mascotas en mercados o calles, la segunda es que sólo las veterinarias legalmente establecidas cumplan esa función (venta de animales) y la tercera sería intensificar las campañas de esterilización masiva de canes, para evitar la proliferación de los mismos. Son programas preventivos que ayudarán en algo a mitigar el grave problema, pero las jaurías de peligrosos canes sueltos continuarán en las calles, constituyendo un latente peligro para la colectividad en conjunto.

Se aproxima el Carnaval, la cantidad de personas en la ciudad se incrementará notoriamente y el peligro para toda esa gente será parte de una rutinaria y permisible actitud de autoridades por la presencia de canes sueltos, altamente peligrosos. Algo hay que hacer y con urgencia para eliminar este grave problema.

Fuente: LA PATRIA