Miercoles 15 de febrero de 2017
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Cándido, a tu requerimiento, ésta es mi respuesta: De lo que dejaste, es posible que Bolivia no haya cambiado gran cosa. Como te han contado, es cierto que la burocracia estatal está adornada ahora de polleras, ponchos y sombreros; lo cual, claro está, en un país de mestizaje incesante, no es extraño. Desde hace más de un decenio los sindicatos gobiernan el país, y alguien ha dicho que los dirigentes son los nuevos capitalistas y oligarcas del Estado Plurinacional.
¿Vienes por carretera? Admiro tu valentía. No puedo dejar de prevenirte: no podrás evitar que sea un viaje de aventura, sin calendario de arribo ni de retorno. Los denominados "movimientos sociales" son los dueños de calles y caminos; por eso bloquean con cualquier motivo o utilizan para dinamizar la abúlica negligencia ministerial. Tampoco hay a quién quejarse; vivimos bajo el brutal imperio de la anomia social. Ten a mano algo de comer por si tuvieras que participar en una forzosa huelga de hambre en el camino.
En el caso Zapata que mencionas no hay nada que aclarar, todo está claro. Pero pienso que no les ha dolido tanto el resultado electoral como el efecto psicológico y moral. Una mujer hizo que se desplomara de forma irreparable la mítica figura del caudillo. Y eso de CAM-C, es un oscuro cuento chino. Te diré una cosa, confidencialmente: los chinos no saben escribir, hacen mala letra en Bolivia. Y por lo que hace a la telenovela de marras, siempre ronda en torno al poder alguna tentación femenina, y nuestro héroe no es de piedra. Además, según la senadora Sifuentes, "qué fácil son los hombres para hacerse maniobrar con las mujeres".