Con la asunción de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU. es necesario volver a reflexionar sobre la temática de la globalización, de la internacionalización y de la integración de la economÃa mundial, debido a que tanto su discurso preelectoral como las medidas que inicialmente está tomando ponen en el tapete de la discusión este proceso, entendido, fundamentalmente, como el camino hacia la plena libertad económica, es decir, libre movimiento de las personas, de los bienes, de los servicios y del capital, entre las diferentes naciones del mundo.
Debido a este hecho, hoy, los ciudadanos de un paÃs consumen bienes y servicios provenientes de otros paÃses y, cada vez, de manera creciente. Las empresas producen un bien ya no en un sólo paÃs sino en varios, de manera tal, que los bienes ya no tienen una nacionalidad determinada como antes los tenÃan.
HabrÃa que referirse a las diferentes experiencias de desarrollo que se han dado en el mundo durante el siglo XX, comenzando con la Alemania de post guerra y su economÃa social de mercado, para continuar con el Japón y su peculiar desarrollo capitalista, los denominados "tigres del Asia", con una atención particular a China.
A esto hay que añadirle la gran depresión económica ya referida, la cual no pudo superarse sino con la segunda guerra mundial, porque se edificó una poderosa industria armamentista. Pero la gran depresión de 1930 afecto negativamente al mundo entero.
De la crisis económica de 1930, que se resume en recesión económica, los paÃses del mundo se cerraron en sà mismos, dando lugar a lo que se viene en denominar "economÃas cerradas", pero ya a mediados del siglo pasado las economÃas volvieron a abrirse con lentitud.
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