Juan Capriles, poeta, escritor y maestro

Escribir una crítica de un libro siempre es un privilegio, máxime si se trata de un libro que desgaja la vida de un notabilísimo poeta y sonetista, además de escritor y maestro. El libro del epígrafe escrito por el hijo del poeta Juan José Capriles es inherente a un recuento histórico de la época que vivió Juan Capriles.

Con la recensión se busca la quintaesencia de la obra de Juan Capriles, prolífica en su diversidad intelectual, destacadísima y como epitome de su destreza literaria sus sonetos. Ante todo la acción de recopilación que realizó el autor nos transfiere a la intensidad de las vivencias para rezumar las obras del poeta que son ampliamente conocidas fuera de nuestra geografía.

Otro mérito de este libro, y no pequeño, constituye el criterio seguro con que ha sido escrita. Cada día nos es preciso huir de libros superficiales, es absolutamente imprescindible volver a la solidez sistemática y el autor logra ese propósito que resiste a la acción demoledora y pasajera de las modas; por el contrario, fija sillares que permanecerán a través del tiempo pues el libro de Juan José Capriles es una historia intelectual, política y social de Bolivia y con ello, eleva el valor intangible de su intención para futuras generaciones proclives al estudio de la estructura cultural de Bolivia.

El libro asume la virtud de reflejar por la vía articulada y ordenada los orígenes, crecimiento formación y resultados de las expresiones intelectuales del poeta, además, el autor con habilidad de aplicación de la cronología, inserta en la mayoría de los numerosos capítulos un poema o un soneto pertinente que fortalece la vivencia narrada y nos refiere fielmente a la capacidad creativa y la evolución intelectual del poeta, así como a sus razonamientos y a sus constantes y fructíferas detonaciones espirituales.

Existen hombres con prosapia genuina como la del poeta Juan Capriles cuya vida y obras han forjado con mies abundante un lapso muy importante en la historia de Bolivia, específicamente en el ámbito cultural, y esta afirmación es inamisible pues los hay pocos que pueden actuar en su época con cristalina impronta positiva en la educación; formando centenares de hombres de bien; en la escritura legándonos la buena dicción del bello idioma español, su riqueza expresiva y el dominio filológico, empero, su capacidad intelectual en ordenar su inagotable espíritu rebelde fue estelar, transformando sin barrunto de equivocación las ideas e inquietudes por servir mejor al prójimo, orientándolo con sus poemas y sonetos que son inmensurables en su belleza, métrica y despiadada profundidad, en correspondencia con el sufrimiento concomitante a la soledad que necesita todo espíritu para crear.

(*) Abogado corporativo, posgrado en Interculturalidad

Educación Superior, doctor honoris causa, escritor