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Domingo 12 de febrero de 2017

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Cultural El Duende

Breve diálogo con César Aira

12 feb 2017

César Aira. Escritor y traductor argentino, 1949. Ha publicado más de sesenta obras, sobre todo novelas cortas por razones, según dice, de procedimiento

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Usted es un escritor muy prolífico, ha escrito más de 80 novelas y normalmente publica de a dos o tres por año. Pero la última, El Santo, salió en 2015, ¿por qué paro?

Hice huelga porque me cansé de que me pusieran ese mote de ´prolífico´. Empecé a notar que nadie decía que mis últimos libros eran buenos, sino que eran muchos y eso me enojó un poco. Sobre todo una crítica de El Santo, justamente, que empezaba diciendo "¡Otra novela de Aira! ¿Valdrá la pena leerla? Si cuando la terminemos ya habrá aparecido otra"... Así que decidí dejar de sacar cosas por un tiempo.

¿Pero siguió escribiendo?

Sí. De hecho voy a volver a publicar. Este año sale otra novela. Perdón... otras (Risas).

A pesar de su huelga, Penguin Random House sacó el año pasado una biblioteca con varios de sus libros...

Es que tenían muchos libros míos ya publicados. Quisieron reunirlos con un mismo diseño y le pusieron ese nombre: ´Biblioteca Aira´. Está bien. Me gusta porque yo toda mi vida he sido un hombre de libros y tener una colección con ese nombre suena bien.

Además de ellos, usted también trabaja con editoriales pequeñas. Las que algunos llaman ´independientes´? ¿Hay alguna diferencia entre trabajar con ellas y trabajar con las más grandes?

La libertad de volumen. Las editoriales grandes piden pasar de las 150 páginas y ponen algunos límites. En cambio las pequeñas no. Estas han proliferado en Argentina y creo que en el resto del mundo porque se ha hecho mucho más fácil el proceso de imprimir. Además, algunas son de amigos míos que me permiten todo: si les doy un libro de 20 páginas, lo sacan.

También me dan más libertad de experimentar. Sin embargo la diferencia ya no es tanta porque yo he terminado haciéndome muy amigo de todos mis editores, incluso en las editoriales grandes. Quizá es por un complejo de culpa, porque sé que conmigo están perdiendo plata y no les importa porque les gusta lo que escribo.

En Colombia también hay un boom de pequeñas editoriales, ¿cree que esa tendencia es buena para el mercado literario?

Yo creo que es bueno? aunque al final no lo sé, porque también veo que se está escribiendo demasiado. Un amigo mío dice "porque no dejan escribir a los dos o tres que saben escribir y se callan la boca" (Risas). Aunque bueno, así haya mucha industria editorial y mucho libro, uno no puede esperar a que aparezca un gran escritor cada semana o cada mes, ni siquiera cada año. Un escritor realmente buen va a aparecer cada 30 o 50 años.

¿Y cuál cree que ha sido el último gran escritor?

Borges fue un gigante. Creo que Kafka y Borges fueron los dos grandes del siglo XX. En Argentina acaba de morir uno que fue realmente grande: Alberto Laiseca, creador de un mundo propio. Y eso es lo que falta a veces. Los escritores y novelistas se conforman con escribir una buena novela, y hay tantas buenas novelas que una más no hace la diferencia. Pero crear un mundo propio, un estilo propio, crearse a uno mismo? eso es mucho más difícil.

¿Cree que actualmente hay escritores tratando de hacerlo?

Yo leo muy poco a los escritores contemporáneos. De cada diez libros que leo, nueve son relecturas. Aunque si leo a algunos amigos y a autores jóvenes. Una vez dije que leo muchas dos primeras páginas y algunos se enojaron, pero es la verdad, me mantengo. Sin embargo, yo desconfío de mi propio juicio, porque siempre me va a gustar lo que se parezca a mí, así que me puedo perder algunas cosas.

Sus primeros libros eran largos, pero a mediados de los 90 comenzó a sacarlos cada vez más cortos. Ahora ninguna de sus novelas pasa de las 100 páginas, ¿cómo descubrió cuál era su tamaño ideal para contar historias?

Simplemente me di cuenta de que estaba haciendo un esfuerzo para ser un novelista "normal". Fue cuando empezaron a aparecer estas pequeñas editoriales de las que hablamos. En ese momento yo ya había publicado varios libros y tenía cierto nombre, pero se me acercaron tres chicas jóvenes que habían fundado una editorial llamada Beatriz Viterbo (por el personaje de Borges) y me pidieron un libro. Yo me di cuenta de que ellas podían publicar novelas cortas, de unas 70 páginas. Así que les di una en ese formato corto y fue como una liberación.

Usted ha dicho en varias ocasiones que comienza sus libros a partir de una idea concreta, pero ¿cómo las desarrolla? ¿Desde que comienza a escribir sabe cuál va a ser el final?

No. La historia se va armando a medida que la voy escribiendo. Pero para eso necesito dos cosas: que la idea sea un poco rara y que rompa la lógica (como un ser inmortal que muere) un poco en el sentido de Borges, y también que sea algo personal, algo que me toque a mí así no sea propiamente autobiográfico. Si solo está la idea, la historia sale como algo frío y mecánico. Y si solo está lo personal, puedo caer en el sentimentalismo y escribir algo patético. No siempre lo logro, de cada cinco historias que empiezo, solo termino una.

¿Y tiene una rutina para escribir o espera a que le llegue la inspiración?

Soy muy rutinario. A media mañana me voy a un café de Buenos Aires con mi lapicero y mi libretica y escribo una o dos horas. Y a veces en la tarde, si no tengo algún compromiso, hago otra sesión. No soy de inspiraciones momentáneas, soy escritor solamente cuando escribo. De hecho a veces me atasco, no sé cómo seguir y digo "lo voy a pensar a ver si caminando se me ocurre algo", pero no pasa nada. Tengo que ponerme frente a la libreta nuevamente para desenredarme.

¿Y ha intentado escribir directamente en el computador?

No. Para mí son fundamentales el papel y la mano. Yo pienso que la escritura manuscrita es la base de la civilización y no está bien que se le abandone ahora. Y eso está pasando, tristemente. Yo he visto gente en los cafés que se instala con teléfono, netbook, tablet, pero cuando tienen que anotar algo le piden al mesero un bolígrafo. Y también sé de maestros, incluso grandes, que escriben tan mal que no se les entiende. Se ha perdido mucho? pero no quiero ponerme militante, que cada cual haga lo que quiera.

Tomado de Semana.com

Colombia.

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