Una caja de sorpresas

Como van las cosas en el problema de la Caja Nacional de Salud (CNS) y tras los días transcurridos del conflicto, con paros que cumpliendo la escala de orden sindical, empezando por 24 horas, 48 y las 72 horas, se pasó al paro indefinido que ya lleva tres jornadas y los efectos de la medida complica seriamente la situación de muchos asegurados, que no pueden ser atendidos como corresponde peor aún con el sistema de emergencias.

La situación es realmente grave, al comenzar los conflictos se habló del perjuicio que sufrirían los asegurados al suspenderse más de 60 mil consultas, que en un balance nacional es sólo estimativo, como la postergación de 120 cirugías diarias, descartando algunas de extrema urgencia que se efectúan bajo condiciones de total irregularidad, pues la responsabilidad recae en personal de turno para las obligadas intervenciones quirúrgicas, con ausencia de especialistas que cumplen "disciplinadamente" su paro laboral.

Señalamos que este asunto, por las derivaciones que tiene, nos muestran una verdadera "caja de sorpresas", si bien se justifica el reclamo generalizado de los funcionarios de la CNS a la designación arbitraria de un gerente general, cuya condición y experiencia laboral, no son aptas para ocupar el cargo más importante en la administración del seguro social de salud en el país, pues el resistido funcionario tuvo antecedentes irregulares en su anterior función en la Caja Petrolera de Salud, un aspecto de por sí determinante para no insistir en una caprichosa permanencia en la CNS.

Pero la "caja de sorpresas" tiene otros asuntos de orden administrativo, se han planteado auditorías, a las que no se oponen los dirigentes, ni los funcionarios del seguro, pero que no avanzan, con la celeridad deseada, para eliminar problemas, sancionar a los infractores y corregir los detalles que alteran el funcionamiento del seguro social nacional, empresa de salud, que clara y contundentemente pertenece a los trabajadores activos y a los ex trabajadores, los jubilados, por tanto, la designación del titular de la CNS no corresponde a la instancia política gubernamental, que en este momento se constituye en el motivo del conflicto.

Para nadie y menos para los asegurados es novedad que se insista en una urgente reestructuración del sistema del seguro social, haciéndolo más efectivo, con mejores condiciones de atención a los miles de asegurados, de modo que el reclamo permanente de "sacrificar a los pacientes para recibir fichas", sea un asunto de logística administrativa, seguramente con más consultorios, más médicos generales, pero además con médicos especialistas que son los más requeridos en cuestión del cuidado de salud. Hay que cambiar ese problema que lo conocen los funcionarios de la CNS, cuando se habla de la necesidad de tener más médicos que administrativos porque el fin del seguro médico, es cuidar la salud de los afiliados.

El asunto no puede prolongarse por más tiempo, la designación del nuevo gerente debe enmendarse, dando paso a una convocatoria abierta y que sea controlada por un Directorio de la CNS que avale las condiciones profesionales y morales de su nuevo administrador. A partir de esa regularización, debe venir la necesaria reestructuración de la CNS, de momento una "caja de sorpresas".

Fuente: LA PATRIA