Crecimiento sostenido bajo control

En la medida que avanza la gestión, pues ya estamos en la sexta semana del 2017 y eso significa casi mediados de febrero, los signos de la economía externa que complican la situación de países vecinos, menos mal que no tienen la misma influencia negativa en el caso nuestro que puede mantener una perspectiva de crecimiento de algo más del 4.00 por ciento del Producto Interno Bruto.

Pese a esas y otras contingencias el país avanzó, reconociéndose empero una drástica disminución de ingresos para su asignación porcentual a través del IDH para gobernaciones y municipios, lo que persistirá hasta que se pueda equilibrar en un valor aceptable el precio del barril de petróleo y en otro rubro, mejoren aún más los precios internacionales de minerales. Ambas materias primas naturales y no renovables que son la base de nuestra economía.

La economía nacional el pasado año no alcanzó un promedio de crecimiento superior al 4,5 por ciento de ahí que el beneficio del doble aguinaldo quedó suspendido, con lamentaciones en el sector laboral, pero con un criterio previsor y de equidad financiera entre los empresarios, que en gestiones pasadas confrontaron graves consecuencias en el cumplimiento de medidas sociales que estaban fuera de su alcance y que en situaciones extremas obligó al despido de trabajadores o más drásticamente al cierre de varias empresas.

Las cosas se han presentado más benignas en la segunda mitad del año pasado y aunque rebajó el nivel de ingresos por la exportación de gas, la economía se mantuvo en un nivel expectante, tanto así que organismos internacionales no bajaron la calificación de crecimiento nacional, superior a los países de la región. Si bien se restringieron los ingresos por la venta de nuestros commodities, se observó un paulatino crecimiento en la producción y exportación de manufacturas, algunos alimentos de consumo masivo e incluso cierto incremento en la confección y venta a mercados vecinos de productos de cuero, desde zapatos, trajes y cinturones en abierta competencia con mercadería china.

Este proceso en la economía nacional, se observa optimistamente, pero al mismo tiempo con un manifiesto planteamiento ciudadano de cuidar los recursos económicos del país, en el entendido de que se trata del caudal financiero del pueblo que no debe gastarse en proyectos suntuarios, debiendo tomarse en cuenta una exhaustiva valoración de inversiones, el buen uso de los recursos y el retorno de beneficio colectivo y no político sectario.

Por lo que se entiende, en los niveles superiores de Gobierno se asume con toda responsabilidad el cuidado en el gasto público, pero al mismo tiempo desde tal situación se comprueban hechos de corrupción, que han obligado al Jefe de Estado a formular recomendaciones para cuidar los bienes de los bolivianos. Prudencia, responsabilidad y austeridad permitirán mantener el crecimiento sostenible del país.

Fuente: LA PATRIA