Outsider, incompetencia, corrupción

Los outsider, por lo que seguimos viendo, se muestran incompetentes y proclivemente corruptos para gobernar políticamente un Estado. Outsider es un término que viene del inglés y que se ha generalizado casi en todos los idiomas, e identifica de alguna manera algo que es periférico a normas sociales y morales pre establecidas comunes y generales de algún conglomerado humano, alguien que vive y observa a un grupo desde fuera. En economía designa a un empresario que no pertenece a un cártel, y en política a aquellos que se encumbran, sin tradición alguna, en los partidos políticos y que resultan en cargos de mando y poder importantes. Así, el término tiene varias derivaciones.

Los outsider sí que saben llegar a la hora oportuna, cuando los indicadores macroeconómicos revelan indicadores positivos, no por obra y acción de ellos, sino por la gravitacional fuerza de los movimientos económicos mundiales, cambio de precios y bonancibles mercados. El general Banzer, un totalitario, fue presidente del país en época bonancible pero no supo gobernar, como ahora; que antes que gobernar, el presidente Morales se ocupa de mantener un proselitismo político con afanes prorrogistas. Eso a todas luces no revela afanes estadistas, sino acciones fuera de lo administrativo gubernamental.

La corrupción tiene muchas caras, no sólo son los diezmos que exigen los administradores del Estado a las empresas que adjudican obras públicas, o lo que el presidente Morales llama "microcorrupción"; vender cargos públicos a los necesitados de trabajo, o las coimas en las instituciones policiales, judiciales, educativas, en las alcaldías, las intendencias, en fin.

La corrupción está por todas partes y en variadas formas, por ejemplo; los periodistas comensales de los pasillos de Palacio o las gobernaciones, las alcaldías, los que asumen funciones públicas o legislativas sin contar con la suficiente capacidad y prueba moral. Hay decenas de ex dirigentes sindicales y periodistas que fungen como "honorables", el cargo les queda como camisa de once varas, ya que revelan no estar preparados para legislar, para proyectar y elaborar leyes. Se valen del trabajo ajeno para ello, de sus asesores. Eso ¿no es una forma de corrupción? ¿No es acaso una forma de corrupción firmar como licenciado, sin serlo?

Corrupción en sus acepciones también significa; alteración, tergiversación, abuso, mal uso o exceso, soborno, delito, incitar o forzar a realizar actos contrarios a la moral, la ley, como sinónimos; depravación, cohecho, perversión, descomposición, hedor.

En algo tiene razón el presidente Morales, que la "microcorrupción", una nueva categoría de nombrar a esa tara por él en su reunión de evaluación, nos tiene metidos en la desesperanza y el desaliento.

(*) Periodista